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Costumbrismo y Romanticismo
El Romanticismo Literario


El Romanticismo literario es el movimiento que dominó la literatura en Europa desde finales del siglo XVIII hasta mediados del XIX. Se caracteriza por su entrega a la imaginación y la subjetividad, su libertad de pensamiento y expresión y su idealización de la naturaleza. El Romanticismo fue, pues, un estilo de vida cuyos rasgos más característicos son los siguientes: la imaginación y la sensibilidad serán bandera frente a la razón y la intelectualidad; el ansia de libertad se manifiesta en contra de todas las formas impuestas que coartan en el individuo la propia esencia de sí mismo; el instinto y la pasión conducen al ser humano a un entusiasmo exagerado o a un profundo pesimismo. En el caso de conducir al hombre al sentimiento pesimista, provoca en el romántico la huida que se puede plasmar en dos vías distintas: la de los viajes o la de los suicidios.

El término romántico se empleó por primera vez en Inglaterra en el siglo XVII con el significado original de ‘semejante al romance’, con el fin de denigrar los elementos fantásticos de la novela de caballería, muy en boga en la época.

El Romanticismo Español

El Romanticismo español es confuso y muy complejo, lleno de contradicciones, y provoca dos tendencias: una más conservadora, encabezada por el duque de Rivas, y otra más revolucionaria, en la que destacó Espronceda.

La literatura romántica en castellano se divide en cuatro etapas: la de los inicios, la del triunfo del Romanticismo, la llamada de ‘nacionalización’ de los elementos románticos extranjeros y la del pos-Romanticismo, ya en la segunda mitad del siglo XIX.

El Romanticismo llega a España con retraso respecto al resto de los países europeos, y no es particularmente fecundo puesto que está condicionado por la política marcada por Fernando VII. El erudito José Joaquín de Mora, exiliado en Francia, envió a los Bochl de Faber, entonces en Cádiz, los primeros romances proto-románticos, y más tarde, durante su exilio en Londres, junto a Alcalá Galiano y Blanco White, fue uno de los impulsores del Romanticismo español. Tras la muerte de Fernando VII, se señala a 1834 como el año del triunfo del Romanticismo en España. Se estrenan, entonces, La conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa, Macías, de Larra, y se publican poesías de Salas y Quiroga. Algunos señalan el fin del auge de Romanticismo en España el año 1844, cuando se estrena el Don Juan Tenorio, de Zorrilla.

Los temas del Romanticismo español son casi los mismos que en el resto de Europa. La prosa romántica se refleja en tres tendencias: el costumbrismo, la novela histórica y la prosa doctrinal. En la poesía fue donde la estética romántica se mostró con más libertad, y en el teatro el máximo exponente será el drama.

El Romanticismo finaliza hacia 1850, debido a la aparición del Realismo; no obstante, hay dos poetas que continúan la tendencia romántica: Rosalía de Castro, que escribirá sus obras en castellano y gallego, y Gustavo Adolfo Bécquer.

Costumbrismo


Tendencia o género literario que se caracteriza por el retrato e interpretación de las costumbres y tipos del país. La descripción que resulta es conocida como ‘cuadro de costumbres’, si retrata una escena típica, o ‘artículo de costumbres’, si describe con tono humorístico y satírico algún aspecto de la vida.