Se denomina capital al elemento necesario para la producción de bienes de consumo, y que consiste en maquinarias, inmuebles u otro tipo de instalaciones. Así, los llamados bienes de capital son aquellos destinados a la producción de bienes de consumo. Estos tienen que tener el suficiente grado de efectividad para satisfacer necesidades y generar rédito económico.
Existen distintos tipos de capital: el capital circulante, que es aquel que se agota en la producción y debe ser repuesto; el capital fijo, que tiene un desgaste a largo plazo y no se agota en la producción; el capital variable, que es aquel que se intercambia por una labor, es decir, el salario que se paga a los empleados; y, finalmente, el capital constante, que corresponde a la inversión hecha en maquinarias, materias primas, etc.
La capacidad de atraer capitales es una de las tareas fundamentales de un país que quiere fortalecer su economía. Además de que la radicación de capitales provenientes del exterior aumentaría la producción de bienes, una de las consecuencias más positivas sería la cantidad de empleo que podría crear. Es por esto que los países deben tomar medidas en esta dirección.
El capital es importante para una sociedad porque permite el ahorro de esfuerzos, incrementa la productividad, facilita la explotación de recursos naturales, exige la especialización de un trabajador, obliga a una persistente investigación tecnológica, disminuye los gastos de producción y permite el desarrollo económico.
Sociedad
Sociedad es la reunión de dos o más personas que, por medio de un contrato (escritura) o mediante el acto plural de voluntades, se sujetan por regla general a los mismos requisitos de fondos propios de los contratos civiles, obligándose a hacer un aporte ya sea en dinero, trabajo o en otros bienes apreciables en dinero, con el fin de repartirse entre sí las utilidades obtenidas en la empresa o actividad social. La sociedad una vez constituida legalmente forma una persona jurídica distinta de los socios individualmente considerados.
A una sociedad se le da el carácter de comercial, cuando es formada con el fin de ejecutar actos o empresas mercantiles; y no comercial cuando se crea con fines culturales, recreativos, deportivos o de beneficencia.
Nuestro sistema legal en Colombia identifica al contrato de sociedad como aquel por el cual dos o más personas (nacionales o extranjeras) se obligan a hacer un aporte en dinero, en trabajo u otros bienes, con el fin de repartirse las utilidades que genere el desarrollo de la empresa. De acuerdo con las leyes colombianas, existen cinco clases de sociedades comerciales, subdivididas en tres grupos, a saber: a) sociedades por partes de interés: dentro de este grupo se encuentran las sociedades colectivas; b) sociedades por cuotas: dentro de este grupo se encuentra la sociedad en comandita simple y por acciones, y la sociedad limitada; c) sociedades por acciones: en donde se encuentra la sociedad anónima y la sociedad por acciones simplificada.
Infraestructura de la Empresa
La organización ha penetrado en muchas de las formas de la actividad humana, porque la mutua dependencia de los individuos y la protección contra amenazas, han fomentado una intensa actividad organizativa en la humanidad a través del tiempo. Los gobiernos, los ejércitos y las instituciones han estudiado la organización, con el fin de mejorarla o de utilizarla mejor. La organización ha sido estudiada, y son muchos sus aportes en el área administrativa.
Sin embargo, es de gran importancia que el acto de organizar dé como resultado una estructura de la organización que pueda considerarse como el marco de trabajo que retiene unidas las diversas funciones de acuerdo con un esquema, que sugiere orden y relaciones armoniosas; en otras palabras, una parte de importancia de la tarea de organizar es armonizar a un grupo de personalidades distintas.
Los componentes básicos del sistema organizacional son:
1. Estructura organizacional.
2. Especialización del trabajo.
3. Cadena de mando.
4. Tramo de control o tramo administrativo.
5. Departamentalización.
6. Centralización o descentralización en la toma de decisiones.
Estos componentes definen la forma que tendrá la organización. La forma es sumamente importante porque influye sobre el trabajo de los individuos. Por ejemplo, una estructura muy vertical, con una larga cadena de mando y tramos de control corto, no va a favorecer el trabajo en equipo, por el contrario, si queremos incentivar el trabajo en equipo necesitamos una estructura más horizontal.
La estructura organizacional representa la percepción que tienen los miembros de la organización acerca de la cantidad de reglas, procedimientos, trámites y otras limitaciones a que se ven enfrentados en el desarrollo de su trabajo. La medida en que la organización pone el énfasis en la burocracia, versus el énfasis en un ambiente de trabajo libre, informal, no estructurado.
La estructura organizacional define cómo se dividen, agrupan y coordinan formalmente las tareas de trabajo. Existen seis elementos clave a los que necesitan enfocarse los gerentes cuando diseñan la estructura de su organización. Estos son: especialización del trabajo, departamentalización, cadena de mando, tramo de control, centralización y descentralización, y formalización.
Los diseños más comunes en uso son: la estructura simple, la burocracia, la estructura matricial, la departamentalización y la unidad estratégica de negocios.
La estructura simple: se caracteriza más por lo que no es, en lugar de lo que es. La estructura simple no es elaborada. Tiene un bajo grado de departamentalización, amplios tramos de control, la autoridad centralizada en una sola persona y poca formalización. La estructura simple es una organización ‘plana’; por lo general tiene solo dos o tres niveles verticales, un cuerpo de empleados y un individuo en quien está centralizada la autoridad para la toma de decisiones.
La burocracia: ¡Estandarización! Ese es el concepto clave que fundamenta todas las burocracias. La burocracia se caracteriza por operaciones altamente rutinarias logradas a través de la especialización, reglas y reglamentos muy formalizados, tareas que se agrupan en departamentos funcionales, autoridad entrelazada, tramos de control estrechos y toma de decisiones que siguen la cadena de mando.
La estructura matricial o de matriz: otra opción popular para el diseño organizacional es la estructura matricial o de matriz. Esencialmente la matriz combina dos formas de departamentalización: funcional y de producto.
La departamentalización: la limitación del número de subordinados a los que es posible supervisar directamente restringiría el tamaño de las empresas, de no ser por el recurso de la departamentalización. La agrupación de actividades y personas en departamentos permite que, al menos en teoría, las organizaciones crezcan en un grado indeterminado. Algunos tipos de departamentalización son:
Unidad estratégica de negocios: son pequeñas empresas en sí mismas establecidas como unidades de una gran compañía, para la promoción y manejo de cierto producto o línea de productos como si se tratara de una actividad empresarial independiente.
La estructura de equipo: cuando la gerencia utiliza los equipos como su instrumento central de coordinación, se tiene una estructura de equipo. Las características principales de la estructura de equipo es que rompen las barreras departamentales y descentralizan la toma de decisiones al nivel del equipo de trabajo.
La organización virtual: ¿por qué ser dueño cuando se puede rentar? Esta es la esencia de la organización virtual (a veces también llamada de red u organización modular), es una pequeña organización nuclear que contrata externamente la mayor parte de sus funciones comerciales. En términos estructurales, la organización virtual es altamente centralizada, con poca o ninguna departamentalización.