Como Burguesía se conoce a un grupo o clase social dedicada inicialmente a las actividades comerciales, y la cual apareció a finales de la Edad Media; ésta fue la consecuencia del surgimiento de mercaderes y artesanos que se apartaron de la organización feudal y se establecieron en las poblaciones pequeñas que circundaban las fortalezas construidas por los señores feudales. Con el tiempo, estas personas lograron acumular importantes patrimonios que les sirvieron para ganar poder y respeto social.
Esta clase se denomina burguesía porque, al principio, desarrolló sus actividades en las ciudades que en ese entonces se llamaron burgos. Por eso, los nombres de algunas ciudades que hoy existen y que se originaron en la Edad Media, incorporaron el término burgo, como Hamburgo, Burgos, San Petersburgo o Estrasburgo.
El trabajo individual fue la característica de este nuevo grupo social y fue la característica de este nuevo grupo social y la fuente de su patrimonio económico. Ese trabajo individual eran los que los individuos los hacían por su propia cuenta y para su propio beneficio y no mediante la herencia como los nobles.
La Alianza de la Burguesía con la Monarquía
Los burgueses aspiraban a que se construyeran Estados fuertes que permitieran la libre circulación de las mercancías y el libre desempeño de las actividades comerciales; con el propósito de lograr esta aspiración, la burguesía se alió con la monarquía, la cual a su vez, pretendía centralizar el poder de su beneficio.
Con el cometido común de lograr un aglutinamiento de poderes en un solo Estado fuerte, la burguesía apoyó los monarcas protegieron a los burgueses contra los abusos y atropellos de los señores feudales.
Gracias al apoyo monetario de la burguesía, los monarcas lograron consolidar y mantener ejércitos permanentes y sostener a los funcionarios que necesitaba el Estado, situaciones que le permitieron a la monarquía centralizar el poder. Este proceso permitió la consolidación de las monarquías absolutas en Europa occidental.
La monarquía absoluta logró centralizar el poder y unificar toda la sociedad en torno a la figura del rey. Esta centralización y unificación posibilitó el nacimiento del Estado moderno.
El Estado moderno se caracteriza por la soberanía, y ésta es la supremacía del poder del Estado sobre cualquier otro poder.
La centralización y unificación del poder también trajo como consecuencia la posibilidad de crear un ejército único, profesional y de alcance nacional, ya que en la época feudal cada señor feudal contaba con su grupo de guerreros.
Entonces, la unificación del poder en una autoridad suprema, y la aparición de ejércitos únicos, además del surgimiento de una administración pública unificada, permitieron la formación de los Estados nacionales, que hoy conocemos como países, con leyes, ejércitos e impuestos para todo el territorio que los conforma y que los diferencia de los otros Estados. Este fue un paso importante en el desarrollo de la organización política moderna.
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¿Cuáles son las diferencias entre los ejércitos de los señores feudales y el ejército único que apareció con el surgimiento de la monarquía absoluta?
Burguesía y Desarrollo de la Democracia
Uno de los pilares de la democracia es la igualdad, pero no siempre todas las personas fueron consideradas así.
La burguesía pretendió hacer valedero este principio de igualdad, según el cual toda persona goza de los mismos derechos dentro de la organización política, estos derechos debían ser garantizados por unas leyes, a las cuales todos estuvieron sometidos sin distinción alguna, es decir, dejando de lado los privilegios que antes tenían ciertos estamentos sociales.
Las ideas igualitarias impulsadas por la burguesía fueron la inspiración para importantes movimientos revolucionarios como la Revolución Gloriosa y la Revolución Francesa del siglo XVIII.
La Revolución Francesa fue una transformación política que tuvo lugar entre los años 1789 y 1799; con ella se eliminaron los privilegios de los señores feudales, se derrocó al monarca Luis XVI y se proclamaron los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Las ideas revolucionarias no sólo defendieron la igualdad sino la libertad, otro pilar de la democracia. Como se esperaba la clase noble se opuso a las ideas de igualdad y libertad para todos porque significaba el fin de sus privilegios. Sin embargo, la ideología revolucionaria permaneció y se consolidó hasta influir en otras naciones de Europa y del resto del mundo, hasta el punto de servir de inspiración a muchos de los procesos de independencia que ocurrieron en las antiguas colonias europeas durante el siglo XIX.
La Burguesía y la Formación de la Economía Capitalista
La burguesía transformó Europa, incidió con los valores burgueses en la Revolución Francesa, estos principios sirvieron de contexto para la aparición de la Revolución Industrial, proceso socioeconómico en el cual los valores burgueses de defensa de la libertad de industria y libertad de comercio se expresaron claramente.
Las teorías económicas de mercado libre estuvieron en cabeza de la burguesía de finales del siglo XVIII y de todo el siglo XIX. La expansión de las grandes potencias capitalistas de Europa, Inglaterra, Francia, Países Bajos, Alemania y España, tuvo como sustento a la burguesía.
Los principios de los artesanos y comerciantes (la clase burguesa) fueron el fundamento de una ética del trabajo que se expresó también en la costumbre de acumular riquezas y buscar el progreso económico, fenómenos que sirvieron de base para la formación del capitalismo moderno.