La realización de un proyecto empresarial suele ser, al principio, algo complicada. Normalmente nos enfrentamos a algo desconocido que nos provoca muchas inquietudes. Pero ya tenemos recursos de sobra para afrontar este reto.
La mayor parte de las cuestiones se han planteado en módulos de primer curso o pertenecen a módulos de segundo curso. Lo que hay que intentar es darles un enfoque práctico.
Fases del Proyecto Empresarial
El proyecto se puede delinear básicamente de la siguiente manera:
Fase preparatoria: esta permite a los participantes lograr el entendimiento del proyecto y estudiar el tema para asegurarse de que su implementación sea relevante y se ajuste a la estrategia de la compañía. Esta fase, generalmente considerada previa al proyecto, debe concluir con la finalización de los documentos que formalizan el proyecto e indican las condiciones administrativas de su realización.
Fase de implementación: esta es la fase operativa en la que se realiza el trabajo. Es llevada a cabo por el contratista, conjuntamente con el cliente. Esta fase comienza con la recepción de las especificaciones y termina con la entrega del trabajo.
Fase de finalización: en este punto el trabajo inicia su producción, es decir que las partes deben asegurarse de que el trabajo cumpla con las expectativas del usuario y garanticen que su ‘instalación’ y uso sean los correctos. En la medida en que es el contratista quien conoce el producto que ha sido terminado, el mismo es el responsable de su instalación.
Estas tres fases son: ajuste, ejecución, finalización. Cada una de estas macrofases puede dividirse en etapas. La división propuesta se basa en el método MERISE. Este es el método utilizado más comúnmente, pero también existen otros.
Podemos entender el proyecto empresarial como una serie de fases de investigación de las que resultará información suficiente para redactar el texto del Proyecto Empresarial. Lo más importante es ese proceso de investigación, más que el proyecto en sí. La comprensión de las relaciones entre las diferentes actividades de la empresa y la previsión de las diferentes situaciones y posibles medidas a tomar es la base del proyecto.
El siguiente guión de un Proyecto Empresarial puede servir de ejemplo respecto a lo que es necesario tener en cuenta para investigar:
Generación de la idea. Buscar actividades con futuro, afines a los gustos del emprendedor. La idea debería entusiasmar a todo el equipo.
Presentación de la idea y de los emprendedores. Tener claro en qué consiste la actividad y su estrategia de generación de valor. Presentar a los emprendedores, y destacar si hay alguno que tenga conocimiento de la actividad o sector.
Estudio del sector y de la competencia en este. El modelo de las fuerzas competitivas de Porter puede ser una buena aproximación.
Estudio de mercado mediante encuestas, observación, visitas, entrevistas, etc. para valorar el tamaño y características del mercado al cual dirigirse, y sus necesidades. Identificar los atributos más importantes del producto o servicio. Identificar el proceso de compra (tipo, implicados, etc.). Identificar precio o valor percibido por clientes. Con base en el estudio de mercado tomar las siguientes decisiones en cuanto a políticas de marketing, características del producto, comunicación, distribución, relaciones públicas, red de ventas, precio, etc.
Establecer el proceso de producción o prestación, identificar claramente actividades y relaciones entre procesos.