Al estudiar la LITERATURA COLOMBIANA, no podemos desconocer que existe una época anterior a la llegada de los europeos a América donde había manifestaciones culturales representativas y valiosas.
En el caso colombiano, tenemos: a los Tayronas, los Quimbayas, o Chibchas, los Agustinianos y la gran cultura de Tierradentro.
Estas culturas se han conocido por los testimonios monumentales, ornamentales y por la tradición oral. Muchos de los testimonios se encuentran en LAS CRÓNICAS DE INDIAS, que fueron recopilados por escribanos españoles que vinieron con las expediciones llamadas conquistadoras. Cada cronista narra lo que escuchaba de los indígenas, o lo que presenciaba como testigo de ceremonias, costumbres, creencias y sucesos históricos. En nuestro territorio, es muy poco lo que quedó escrito y por ello la transmisión oral es de gran importancia. No sucedió lo mismo con el pueblo MAYA o con el AZTECA que tienen obras como EL POPOLVUH y EL CHILAM BALAM, obras que narran el mito de la creación de esos pueblos, sus poderes y sus encantamientos.
Entre los principales CRONISTAS DE INDIAS, tenemos a Don Juan de Castellanos con su obra “Elegía De Varones Ilustres De Indias”, a don Gonzalo Jiménez De Quesada y Fray Bartolomé De Las Casas.
Cronistas de Indias
No podemos desconocer que el primer CRONISTA DE INDIAS, en América fue Cristóbal Colón quien apuntó todo lo que observaba en un libro de viaje que tituló Mi Diario.