Las sociedades se conciben a sí mismos según sus manifestaciones artísticas y estéticas, las cuales se construyen a partir de sistemas de valores, tradiciones y costumbres que expresan los testimonios de una cultura y el lugar histórico donde se origina.
Las manifestaciones culturales, las formas de pensamiento y las creaciones artísticas empiezan a transformarse en Europa durante el siglo XV, dando origen a un proceso cultural, el Renacimiento, donde resurge el arte grecolatino y las obras clásicas que inspiraron nuevas producciones y nuevos gustos cortesanos en una Europa burguesa, principesca y ciudadana.
Para Europa, lo clásico fue un ideal cultural, moral y artístico que dio paso a una cultura antropocéntrica sin eliminar a Dios, más bien se equiparó la imagen divina a la del ser humano. El renacimiento se gestó a partir de fuertes cambios sociales y económicos generado por el desarrollo de actividades mercantiles y el auge de circulación de la moneda; esto hizo posible el surgimiento de una nueva clase media inquieta por la cultura y la renovación de las ciudades.
La iglesia sufrió un proceso de secesión que iniciaron con Lutero y Calvino, quienes releen las escrituras bíblicas y la doctrina cristiana, formando la iglesia protestante y muchos fieles de la iglesia católica apostólica romana se unen a la nueva propuesta religiosa; la reacción de la iglesia católica dio lugar a la contrarreforma, donde el arte se convirtió en un proceso de expresión y de propaganda de la fe católica; además se construyeron estructuras palaciegas para la nobleza, las monarquías y la Iglesia.
Durante el Renacimiento (siglos XV y XVI con cuna en Florencia, Italia y se extendió al resto de Europa) se desarrollaron varios movimientos artísticos:
El Quattrocento, representa la antigüedad clásica en la búsqueda de la representación de la perfección física y espiritual del ser humano (se busca la simetría, el orden y la proporción). Los artistas patrocinados por los mecenas buscaron fuentes históricas que les plantearan principios y reglas para la construcción de obras arquitectónicas y escultóricas.
El Cinquecento, en el siglo XVI (tiempo de esplendor que sintetiza los anhelos artísticos de los humanistas del siglo XV), artistas como Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael, quienes estudiaron las proporciones de la figura humana y crearon tanto en pintura como en escultura, obras artísticas de gran originalidad y perfección técnica.
Durante el siglo XI, no sólo se buscó la representación de las formas sino la investigación de los procesos de creación artística, científica y natural.
Da Vinci y Miguel Ángel aplicaron la anatomía, la astronomía, la mecánica y la política, para justificar su trabajo artístico.
El Manierismo (palabra italiana “maniera” que significa “expresividad artificial”), fue un nuevo estilo y forma de ver el arte, evidenció una crisis en la visión optimista del Renacimiento, representada por una reacción frente al clasicismo y una exageración de formas, colores y volúmenes; sus artistas buscaron lo novedoso a través de las formas abruptas y excéntrica.
Poco a poco se consolidaron nuevos Estados como Francia, Italia, Inglaterra y España que se interesaron científicamente por el conocimiento racional del mundo, los descubrimientos de los continentes y los avances tecnológicos, asociados a nuevas manifestaciones artísticas.
Los artistas del Renacimiento fueron humanistas, conocieron varios idiomas clásicos como el latín y el griego y estudiaron ciencia, filosofía e historia y realizaban sus aprendizajes con un maestro en un taller, supervisados por los antiguos gremios medievales, los cuales eran agrupaciones de pintores, artesanos y escultores.
Arquitectura Renacentista
Con el Renacimiento, las ciudades se entendieron como centros de la vida cotidiana y se establecieron nuevos cánones para su funcionamiento, distinta a la medieval. En esta época se da importancia a la construcción de edificios religiosos y de carácter civil; se proyectaron ciudades ideales sin cumplirlo totalmente y como novedad técnica el uso de plazas y la ampliación de las calles medievales y nuevos espacios de recreo, como parques y fuentes. Se construyeron barrios a partir de retículas y sus habitantes ocuparon nuevos espacios más amplios; se organizaron villas a la salida de las ciudades, que fueron viviendas de ricos comerciantes o nobles.
En la época renacentista, los campesinos migraron hacia las ciudades y se asentaron en barrios donde se presentaron problemas de hacinamiento e insalubridad, incrementados por la falta de agua. Además, el regreso a la antigüedad clásica trajo novedades arquitectónicas en las edificaciones religiosas y en las civiles como el arco de medio punto y el uso de la cúpula.
Se construyeron nuevos palacios, edificaciones de uso residencial y de trabajo para la nobleza o la rica burguesía ciudadana. Estas edificaciones se caracterizaron por formas alargadas y varios espacios vacíos, rodeados de patios interiores; los espacios tuvieron espacios cada vez más rectangulares, con grandes escaleras.
Resuelve
Principales arquitectos del Quattrocento:
Obra: Iglesia de Santa María de las Flores.
Su obra aportó en el análisis de los estilos de construcción griega y romana, en la utilización de los tipos de columnas en los capiteles de los templos antiguos en la época moderna de acuerdo con los estilos dórico, jónico y corintio. En su obra, Tratado de Arquitectura, elaboró planos de posibles iglesias y de las técnicas para su construcción.
Obra: La Basílica de San Pedro del Vaticano; La Tumba de Julio II y el Palacio de Farnesio, etc. El Papa Julio II le encargó la decoración de la Capilla Sixtina.
Se abordaron nuevos temas en la pintura e inspirados en los temas clásicos representaron en sus obras nuevos actores sociales como los burgueses, los nobles y los aristócratas; también temas religiosos y paisajísticos.
Igualmente, la pintura estudió la figura humana, concibiéndola desde la proporcionalidad y las medidas perfectas. En el renacimiento se desarrolló la perspectiva, técnica que determina las proporciones de cada objeto en la obra artística y plasma una sensación de realidad al brindarle a la pintura una dimensión espacial. También tomó relevancia el retrato, la mitología en la representación de antiguos héroes y la exaltación de los valores humanos que estos simbolizan.
Los pintores renacentistas experimentaron nuevas técnicas como el fresco, el temple y principalmente el óleo.
Obras: Los principales fueron de temas religiosos y representó una tendencia hacia el naturalismo.
El barroco fue una forma de vida y de pensamiento de una época en que Europa se trasladó a América por medio de las conquistas, cuyo legado se observa en las ciudades europeas y latinoamericanas. Fue un movimiento cultual y artístico que se centró en las ciudades; así la avenida se convierte en el símbolo de la ciudad barroca.
El barroco reaccionó a la intelectualidad plástica de la razón renacentista y se enfocó en la búsqueda de la espiritualidad y del sentimiento religioso que motivó el retorno a la fe católica.
El barroco fue parte de un proyecto institucional de la iglesia para transformar el arte en un medio de comunicación y enseñanza de la fe y par manifestar el triunfo de la iglesia, expresado en el aumento en el número de instituciones eclesiásticas por Europa y América.
El barroco era extravagante, recargado y repleto de ornamentos vegetales y curvas que expresan movimiento.
Sus máximos exponentes están en Italia, España, Alemania y Países Bajos.
En la arquitectura, el barroco se caracterizó por construcciones con gran movimiento con efectos ópticos para que los espacios lucieran más grandes de lo que eran; se acentuaron los ornamentos y se realzaron los altares principales de las iglesias con un nuevo manejo del color oro en las edificaciones y los nuevos palacios tenían majestuosos jardines y villas.
Italia a la cabeza del movimiento, representó el realismo casi trágico de sus contemporáneos con Caravaggio (bohemio) planteó una nueva mirada pictórica con un estilo llamado por muchos como Tenebrismo, este estilo resalta la composición de obras con diagonales y fuertes contrastes en la luz.