El agua de los océanos se mueve en forma de olas, mareas y corrientes. Dentro de las corrientes, están: las superficiales – provocadas por el viento, son grandes ríos en el mar y ejercen un profundo efecto en el clima mundial porque el agua se calienta cerca del Ecuador y las corrientes transmiten ese calor a las latitudes más altas - y las profundas – provocadas por las diferencias de densidad del agua.
Las cordilleras son accidentes geográficos con gran influencia en el clima. Los vientos húmedos chocan contra estos obstáculos verticales y deben subir por sus laderas para superarlos. En el ascenso el aire descarga agua en las precipitaciones sobre las laderas de barlovento que son muy húmedas y que presentan una cobertura vegetal densa. Las laderas de sotavento, en cambio, reciben vientos secos y su cobertura vegetal suele estar formado por pastos duros.
Los satélites meteorológicos que orbitan la Tierra desde hace más de 30 años son una ayuda indispensable para los científicos. Con las imágenes que generan estos equipos, los meteorólogos reciben datos útiles para elaborar boletines del estado del tiempo. Con los satélites más modernos se estudian las características de fenómenos como huracanes, ciclones y tifones.
Satélites de órbita polar: Orbitan de polo a polo con una frecuencia sincronizada. Barren línea por línea la superficie de la Tierra a medida que avanzan. Pasan dos (2) veces al día por el mismo punto y tiene un tiempo de operatividad de aproximadamente dos (2) años.
Geoestacionarios: Orbitan en torno a la Tierra a la altura del Ecuador, sincronizados con la velocidad de la rotación terrestre, es decir, se encuentran situados siempre sobre un mismo punto geográfico de la superficie terrestre.
Los satélites TIROS (Television Infra –Red ObservationSatellite) en los 60 aportaron las primeras imágenes de sistemas nubosos.
Los satélites GOES (GeostationaryOperationsEnviromentalSatellite) actuales con escalas temporales y espaciales más precisas aumentan la calidad de las imágenes de nubes, continentes y océanos. También miden la humedad atmosférica y temperatura de la superficie terrestre.
Actualmente, se han producido grandes cambios climáticos, los glaciares de las montañas se están derritiendo y eso compromete la disponibilidad de agua dulce (agua que podemos consumir).
En el último siglo, los glaciares de los Alpes europeos y de los montes del Cáucaso se han reducido a la mitad de su volumen anterior y en África sólo se conserva el 8% del glaciar más grande del monte Kenya.
De seguir esta tendencia, a finales del siglo se habrán desaparecido por completo glaciares, repercutiendo con gran fuerza en los recursos de agua de muchas partes del mundo.
Además, el planeta se está calentando por el aumento de la temperatura media de la atmósfera terrestre y de los océanos, la causa principal es la emisión de dióxido de carbono (CO2) por parte de los países industrializados durante los últimos 200 años.
Así, como ha evolucionado el universo, nuestro planeta Tierra y el clima; también el hombre ha tenido transformaciones, según las teorías evolucionistas que dicen que estos cambios se deben a mutaciones (cambios) genéticos, cambios en el medio ambiente, las fluctuaciones del nivel del mar, el aporte de nutrientes y posiblemente factores como la inversión del campo magnético de la Tierra o el impacto de grandes meteoritos sobre la superficie.
En este caso, también se presentan teorías del origen del mundo y del hombre, elaboradas a partir de las creencias, la experiencia y los mitos. Por ejemplo, en India a varias versiones sobre el origen del hombre. Una de ellas, habla del hombre originario (Perusha) del cual provienen hasta los dioses; otra dice que el hombre proviene del dios Brahma.
En África, donde se supone hoy que se originó la especie humana, hay varios mitos sobre el origen del hombre. Uno de ellos entrelaza sus orígenes con los del mono. Dice que el dios creador Mulukú hizo brotar de hoyos de la tierra, a la primera mujer y al primer hombre a los que les enseñó el arte de la agricultura, pero éstos lo descuidaron y la tierra se secó. Como castigo. Mulukú los echó a la selva y les puso cola de mono; y a los monos les quitó la cola y les ordenó que fueran “hombres”.
La religión hebrea, el islamismo y todas las vertientes del cristianismo parten del Génesis bíblico, según el cual el mundo fue creado en siete (7) días por Dios. Según estas creencias, el sexto día fue creado, a partir del barro, el primer hombre, fue hecho a imagen y semejanza del Creador. El objetivo era que esta nueva criatura dominara la naturaleza.