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La Independencia



La independencia de las colonias europeas en América Latina fue un acontecimiento de gran importancia en el siglo XIX, ya que  a partir de ahí nacieron las primeras naciones del continente. Con esto, también hubo una revolución política, pues los americanos se convirtieron en ciudadanos de las nuevas repúblicas, con deberes y derechos.

El imperio español tuvo una época floreciente, en el siglo XV, o siglo de oro español que llegó a su máxima expresión bajo el reinado de Felipe II, quien gobernó desde 1556 hasta 1598.

El Nuevo Mundo se consideró parte de España, porque el papa Alejandro VI, por una bula (documento expedido por el Vaticano para anunciar alguna decisión de interés general, tomada por el Papa) de 1493, decidió darles a España y Portugal la propiedad de lo que se descubriera del otro lado del Atlántico.  A cambio, España se  compromete a convertir a la religión católica a los aborígenes,  por medio de las misiones religiosas. Dando como resultado que casi toda América profesaba la religión católica y el idioma español y América se invadió de blancos europeos y africanos.

En la época colonial la sociedad fue muy jerarquizada, en lo alto de la pirámide estaban los blancos nacidos en España y en lo más bajo los indígenas y los afroamericanos, que nacían esclavos, los hijos de los españoles nacidos en América se consideraban eran inferiores a los españoles.

A pesar de la marcada estratificación social, en América se dio el mestizaje como en ninguna otra parte del mundo, en gran parte, por el sueño de muchos de quitarle a sus hijos el estigma de ser negro, mulato o indígena y porque en América Latina la población indígena, afroamericana y blanca convivían  en las mismas ciudades, pueblos y espacios rurales, a diferencia de Estados Unidos.

El modo de vida colonial era severo para indígenas y esclavos y existían los tribunales de la Inquisición, que castigaba con torturas y con la hoguera a quienes tenían religiones diferentes.  Los afroamericanos sufrieron malos tratos y castigos físicos, escapándose algunos para formar palenques, que eran pueblos alejados de las haciendas o de las minas; igualmente les sucedió a los indígenas que trabajaban en la encomienda (se le daba a un español o un criollo un grupo de indios en encomienda. El encomendero  o cobrarles impuestos a podía hacer trabajar a los indígenas en lo que quisiera a cambio de enseñarles el cristianismo) y en la mita (trabajo indígena forzoso, por el que recibían una mínima remuneración) y además debían pagar impuestos; los criollos no podían opinar libremente ni desempeñar altos cargos en el gobierno y pagaban altos impuestos.

En el siglo XVIII, los países prósperos de Europa –Inglaterra y Francia-  habían iniciado el proceso industrial pero España se había enriquecido con el oro de América y gastaba grandes fortunas en la compra de bienes suntuosos; éstos, en su mayoría no estimaban el valor del trabajo ni el ahorro, no habían creado industria y su economía dependía de los países que iniciaban el desarrollo industrial.

Por su forma de vida, España fue entrando en decadencia, las personas perdieron la esperanza de progresar y los que estaban en lo alto de la pirámide social no se esforzaban y repudiaban el trabajo.

En Latinoamérica había descontento con el gobierno español y malestar por las condiciones de vida, pero lo que promovió la Independencia y la formación de las diferentes repúblicas, desde México hasta Argentina y Chile, fue la invasión francesa a España.

En el siglo XIII, los reyes borbones trataron de recuperar la posición de prestigio que ocupaba España con el descubrimiento y la colonización de América, tratando de conseguir nuevas fuentes de riqueza, por eso, apoyaron la expedición botánica, con el fin de encontrar nuevos productos para comerciar en el mundo; igualmente se trató de reformar la educación, con una educación más útil para los privilegiados, para el desarrollo del comercio y la industria y de acuerdo a los principios de la ilustración, es decir, progreso, libertad de opinión y enseñanza en español y en latín. Aunque las universidades seguían con el método escolástico, por lo que los estudiantes debían formarse autodidactos en nuevas profesiones como la medicina, la botánica, la mineralogía o la geografía, ya que las universidades sólo graduaban en derecho y teología.

Los borbones se volvieron más estrictos en la administración de las colonias americanas para que se cumplieran sus órdenes y para ello empezaron a tener más funcionarios españoles, así que, la mayoría de los altos cargos estaban a cargo de los españoles peninsulares; sintiéndose ya molestos los criollos que se consideraban más conocedores de los problemas locales y con capacidad de tener a cargo las funciones de la corona.

A pesar de las reformas borbónicas, el Imperio Español tocó fondo en el reinado de Carlos IV, entre 1788 y 1808.  España intervino  en la Revolución Francesa para apoyar a los realistas y combatir a los revolucionarios entre 1793 y 1796.  Más tarde, por el tratado de San Idelfonso, España se alió con los franceses en contra de los ingleses para detener el poder marítimo y comercial de los ingleses. En ambos casos los españoles fueron derrotados, la pero fue la derrota de Trafalgar, en la guerra naval contra los ingleses, y esto marcó el fin marítimo español.  España entró en una grave crisis económica, Carlos IV era muy impopular, por lo cual tuvo que ceder la corona a Fernando VII, en 1808.

Se esperaba que Fernando VII solucionará los problemas de la monarquía española y que fuera justo y capaz de devolverle al Imperio su grandeza por medio de la lucha contra la ignorancia y con el fin del despotismo.

Mientras tanto, Napoleón Bonaparte se aprovechó de la inestabilidad de España para ampliar su imperio  y aumentar su poder en Europa.  Las tropas francesas invadieron la península Ibérica y Napoleón apresó a la familia real española en Bayona, Francia.  La corona española quedó en manos del hermano de Napoleón, José Bonaparte.

En España, la mayoría de las personas rechazaron a José Bonaparte y se crearon juntas insurreccionales que decían ser fieles a Fernando VII y que organizaron pequeños ejércitos para combatir a los franceses.

En ese momento en España había muchas autoridades, las autoridades francesas y las de las juntas; los españoles que respaldaban a Fernando VII se llamaron los patriotas y los que respaldaban a Bonaparte, eran los afrancesados.

La Junta Central estaba formada por los representantes de las diferentes juntas y tenía la misión de reemplazar a Fernando VII y sus órdenes debían ser obedecidas por las juntas insurreccionales de cada localidad y por los virreyes en América.

Los patriotas españoles para ganarle a Napoleón, necesitaban el apoyo de los criollos y sus impuestos y para esto invitaron a los criollos a participar de sus reuniones.

La Junta Central convocó  a  los criollos a nombrar a sus representantes para que participaran en la Junta; éstos pudieron elegir 9 diputados, mientras que por España asistían 36.  Esto suscitó el primer problema entre españoles y criollos.  Por esto, el documento que expidió la Junta Central convocando a las elecciones fue muy criticado por muchos americanos en especial por Camilo Torres, quien redactó el documento llamado Memorial de Agravios, en el que hacía pública la protesta ante la Junta Central, por la desigualdad existente entre criollos y peninsulares.

Los criollos al saber que España dependía de ellos, decidieron exigir mayor dignidad en el trato y expresaron sus críticas al gobierno español, exigiendo:

  • Ser consultados antes de decidir sobre nuevos impuestos.
  • Tener prelación sobre los peninsulares para gobernar las provincias americanas.
  • Gozar de libertad para comerciar con otras naciones distintas a España.
  • Eliminar el tribunal de la Inquisición.
  • Poder expresar y opinar libremente.
  • Tener autonomía para decidir sobre el modo de vida en América.


A pesar de los pedidos, España decidía sobre lo que se leía en América, especialmente  textos relacionados con la Revolución Francesa –donde según los españoles, contenía ideas revolucionarias-; desobedeciendo la autoridad Antonio Nariño, quien tenía una imprenta, tradujo y publicó en 1794, la declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, por lo cual fue condenado a varios años de prisión, en España.  Pero todas estas prohibiciones, favorecieron  las sociedades secretas y el contrabando de libros y documentos y por la misma época que se publicó el Memorial de Agravios empezaron a circular documentos subversivos y los criollos criticaban a la Junta Central  y a los virreyes.  La mayoría de estos documentos provenían de España.

Entonces, los americanos pudieron leer en periódicos venidos de España, ideas de la Revolución Francesa, que personas como Manuel José Quintana, querían ver adaptadas a la península, como la idea de igualdad, la necesidad de establecer una Constitución y la posibilidad de crear un gobierno democrático y debido a las condiciones de los criollos en América, creció la idea de lograr la independencia, entre algunos y crear un gobierno republicano.  Por lo tanto, se creó un grupo que rechazó en público el gobierno de los virreyes.  Además, querían educación y capacidad de decisión.

Primeras Declaraciones de Independencia


El primer lugar donde actuaron los independentistas fue en Quito, ellos destituyeron a las autoridades españolas y asumieron el gobierno de la ciudad; este ejemplo fue seguido por Caracas, Cartagena y Santa fe de Bogotá.

En estos lugares, hacia 1810, se formaron juntas de gobierno, formados por criollos que querían la independencia y se negaban a obedecer a los virreyes o a las autoridades que enviaba el gobierno provisional de los patriotas españoles que ya no se llamaba Junta Central sino Consejo de Regencia.

Ciudades como Santa Marta, Pasto y Popayán en Colombia, las provincias de Panamá, Guatemala y Cuba y gran parte del virreinato de Perú se mantuvieron fieles a los virreyes, al Consejo de Regencia y a Fernando VII.

Así, en 1811, América Latina estaba dividida en los monarquistas  y los independentistas, lo que condujo a los primeros enfrentamientos con los que comenzó la guerra de independencia.

La guerra de independencia inició en 1811 y terminó en 1826, con la victoria definitiva de los independentistas, en la batalla de Ayacucho en Perú.

La guerra fue larga, habían muchos temores y guerras internas; además, en 1814 los españoles expulsaron a los franceses de la península y Fernando VII volvió al poder, encontrando ideas revolucionarias que combatió, tanto en América como en España.  Para esto, envío a América a Pablo Morillo, uno de los generales que le ayudó a recuperar el poder en España, con la misión de recobrar el gobierno de Venezuela, Colombia y Ecuador.

Morillo con la ayuda de los monarquistas venció a los independentistas e instaló  un gobierno muy autoritario y cruel con los criollos rebeldes.

Entre 1815 y 1819, se dio el régimen del terror, que fue el gobierno de Morillo, en su afán de desterrar las ideas revolucionarias de América, para ello, creó tribunales de guerra para apresar a los sospechosos de simpatizar con las ideas revolucionarias o de criticar a la monarquía.  En Nueva Granada, Policarpa Salavarrieta, Camilo Torres y Francisco José de Caldas fueron algunos de los fusilados por estas razones.  Igualmente, toda persona con una biblioteca era sospechosa de conspiración y debía ser ejecutada. 




Los independentistas se refugiaron en la región de los Llanos de Colombia y Venezuela y desde allí iniciaron la Campaña Libertadora.  En el cono sur, desde  Buenos Aires, se inició también una campaña de independencia, liderada por el general José de San Martín.

La actual Colombia fue liberada de los españoles, en la batalla del 7 de agosto de 1819, quedando Bogotá en poder de los criollos, quienes continuaron luchando al mando de Simón Bolívar para liberar a Venezuela, Ecuador y Perú.

Los grandes líderes de la campaña libertadora fueron Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander quienes con criollos de diversos orígenes, campesinos, mestizos, afroamericanos, indígenas y algunas tropas extranjeras lograron expulsar a los españoles del territorio americano.

En el Perú, se unieron Bolívar y José de San Martín para lograr liberarla.

Consecuencias de la Independencia

  • La unidad de las diferentes naciones latinoamericanas; lo que fue nefasto.  Bolívar murió viendo como su sueño se hacía trizas.
  • La adopción de las primeras Constituciones; inspiradas en los principios de libertad e igualdad, además de: libertad de expresión y de opinión.
  • La instauración del gobierno republicano; las naciones fueron gobernadas por un presidente elegido mediante votaciones, que representaban la voluntad de los ciudadanos, en un sistema de tipo democrático.
  • Abolición de la esclavitud; se abolió en 1851.
  • Ampliación del sistema educativo.}
  • Surgimiento de los partidos políticos; en 1850 se formaron los partidos tradicionales, liberal y conservador.  Sus diferencias radicaban en como concebían los cambios que debían implementarse para transformar el modo de vida colonial que aún mantenía la sociedad. Los liberales querían reformas radicales y veloces; mientras los conservadores preferían que la sociedad fuera cambiando poco a poco.


A pesar de la independencia, se presentaron muchas dificultades.  Los países iberoamericanos estaban pobres y endeudados, no había industria ni vías de comunicación y mantuvieron  muchas condiciones de atraso de la vida colonial.

La Constitución no siempre se respetaba y fue modificada en varias ocasiones porque muchos pensaban  que con ella se favorecía sólo los intereses de las clases altas de la sociedad.  Además, la democracia era restringida, sólo las personas educadas y con propiedades, tenían el derecho de participar en las elecciones.

En casi todos los países de América del sur se presentaron guerras civiles que trajeron pobreza y desesperanza, y se desconfiaba de la democracia  y del sistema electoral.
En Colombia, se realizaron elecciones permanentemente y se mantuvo el régimen presidencial, mientras en el resto de América del Sur, la falta de confianza en la democracia llevó a las dictaduras.