Hasta finalizar el siglo XX, los siglos humanos consideraban la Tierra como una fuente de innumerables e inagotables recursos, que además tenía la capacidad de recuperar por sí misma de todos los desajustes ocasionados por la actividad humana. En la actualidad llegamos al momento del mundo finito; el progreso ya no es forzosamente compatible con la vida.
Expresiones como lo ambiental, la problemática ambiental o la cuestión ambiental comenzaron a difundirse en las últimas décadas del siglo XX y en el tránsito hacia el tercer milenio, por la creciente preocupación por los problemas ambientales a escala mundial.
El análisis de la desestabilización progresiva del equilibrio ecológica se evidencia en:
Lo anterior, hizo surgir un nuevo tipo de saber, llamado: saber ambiental, que implicó el respeto por el derecho humano a un ambiente sano y la exigencia de la conservación de la vida en todas sus manifestaciones.
El saber ambiental es el conjunto de conocimientos que aportan diversas ciencias para comprender los problemas físicos, biológicos, socioeconómicos, políticos y culturales que amenazan la sobrevivencia del ser humano en el planeta Tierra. También es el conocimiento de las alternativas que las sociedades han diseñado para contrarrestar los problemas ambientales y tratar de acceder de nuevo a un estado de equilibrio, no sólo natural sino socioeconómico, que tenga efectos en el mejoramiento de la calidad de vida individual y de las comunidades.
El saber ambiental tiene como eje dos (2) aspectos fundamentales: la sostenibilidad del planeta y la búsqueda de una renovada humanidad.
La Sostenibilidad
Este concepto hace referencia a la búsqueda de un desarrollo en el que la medición, valoración y recuperación de los recursos naturales adquiere la importancia de condición y garantía básica, para asegurar la conservación de los restantes recursos no renovables. El desarrollo sostenible es una meta para alcanzar, en la que los países industrializados al ser los agudizadores del problema ambiental tienen el deber de favorecer el crecimiento económico y el desarrollo socioeducativo de los países no industrializados.
Así, el concepto de sostenibilidad se asocia con el valor de la solidaridad que cada ser humano debe tener con las futuras generaciones, para contribuir a garantizarles una vida de calidad con disfrute, en el futuro, de suficientes recursos naturales para su supervivencia.
Por lo tanto, la sostenibilidad orienta la relación entre la cultura y el uso de la naturaleza; exige el respeto al ciclo de la vida de todos los ecosistemas o conjuntos de elementos naturales donde los seres bióticos y los factores ambientales abióticos como la luz, la presión, la temperatura, la humedad y los minerales, actúan intercambiando energía en una relación armónica y recíproca que sólo puede ser ininterrumpida por la acción humana.
La sostenibilidad es un principio del saber ambiental que aboga por la proyección de acciones humanas más éticas que conduzcan a la reducción del poder devastador de la tecnología industrial.
La Renovada Humanidad
Es el proceso de concientización progresiva de cada ser humano, para aceptar la dignidad del ser humano como ser capaz de resolver los actuales problemas del mundo globalizado. Cada ser humano se debe convertir en sujeto responsable del orden natural. Debe comprometerse a practicar la austeridad en el consumo de bienes y servicios, pero sobre todo a tener actitudes solidarias para resolver los problemas socio-ambientales de sus comunidades y recurrir a la aplicación de normas y principios ético-ambientales.
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