En la Edad media (siglos VII a XV) se encuentran dos (2) situaciones fundamentales:
África, Asia y Europa en la Edad Media eran internamente regiones poco definidas y heterogéneas, ya que para finales del siglo XV, el planeta presentó la mayor diversidad de pueblos en la historia de la humanidad, cada uno ocupó y transformó el espacio de una manera particular.
En esta etapa se dieron tres (3) niveles sociales básicos: Político, económico y cultural.
Economico | Formas Productivas |
Cultural | Representaciones de la Naturaleza |
Político | Formas de Organización |
Cada uno de los tres (3) niveles sociales básicos genera formas diferentes en escalas distintas. Por ejemplo, la transformación espacial que surge del nivel político incluye a los imperios, los feudos y las comunidades nómadas que viajaban en clanes. Lo que representa en términos de superficie terrestre rangos que van de millones de kilómetros cuadrados del imperio hasta unos cuantos kilómetros cuadrados de la comunidad agrícola de la selva.
En términos económicos, las distintas actividades tienen una escala espacial distinta; el comercio, por ejemplo, podía realizarse entre India y la península Ibérica cubriendo miles de kilómetros, mientras que la recolección de bellotas y la caza en el bosque de Sherwood implicaba un recorrido de sólo unos cuantos kilómetros.
En términos culturales, la representación de la naturaleza del cristianismo e islamismo cubrió grandes imperios transcontinentales, mientras que las representaciones de la naturaleza del pueblo Dogón en África sólo incluyeron a las comunidades en una pequeña región africana.
En cuanto al crecimiento de la población en Europa, África y Asia entre los siglos VII al XV, las estimaciones que se tienen son estimaciones, ya que no existen datos dispersos. Hubo algunos censos en China y Europa que, por sus características tributarias no son confiables, pues no toda la población se dejaba contar, sólo eran incluidas aquellas personas que tenían que pagar los impuestos. Pero a partir de los documentos históricos encontrados y de investigaciones arqueológicas, se han construido suposiciones sobre las tendencias de la población mundial durante estos siglos.
Las suposiciones apuntan a que después del crecimiento que conllevó la larga revolución agrícola, cuyo fin ocurrió durante el Imperio Romano, la población fluctuó, aumento y disminuyó periódicamente, dependiendo de los factores climáticos y sus implicaciones para las cosechas, de las enfermedades epidémicas y de las guerras. De esta forma, el tamaño de la población en la Edad Media no parece ser muy grande, ni con respecto a la antigüedad ni la modernidad.
En Asia, la población parece haber fluctuado permanentemente a lo largo de este período. En China, los momentos de aumento poblacional coinciden con la estabilidad política, mientras que en los momentos de guerra durante los cambios dinásticos disminuyó la población. En India la población se mantuvo estable, mientras que, hacia el siglo XII, en Oriente Medio tuvo lugar un despoblamiento causado por el cese del funcionamiento del sistema de riego del este de Bagdad. | En Europa, el tamaño de la población no presentó mayores cambios durante los siglos VII y X; entre los siglos XI y XIII ocurrió un leve aumento en la población, especialmente en las ciudades del norte de Italia y en las regiones centrales y orientales; entre tanto, en la zona del Mediterráneo la población tendió a descender. La población descendió nuevamente de forma abrupta con la peste negra durante el siglo XIV y se recuperó hacia el siglo XV gracias a los nuevos adelantos agrícolas. |
Consulta
En este período en África, Asia y Europa, existieron variadas formas de estructurar políticamente el territorio, pues los imperios eran Estados complejos con burocracias que se encargaban de cobrar los impuestos, administrar la producción y el comercio, y conformar ejércitos profesionales.
En el siglo XII existieron reinos, Khanatos y califatos que compartieron formas estatales, pero no tan complejas como los imperios. Igual con los feudos o señoríos de Europa, China y Japón, los cuales eran organizaciones político-territoriales inscritas en reinos o imperios, pero donde los señores feudales extraían recursos en forma de impuestos, directamente de la población.
Ciudades-Estado como Florencia, Italia, Ankor, Camboya o Kilwa (isla en la costa africana) tuvieron un desarrollo territorial más concentrado en la ciudad y en sus áreas cercanas; también existieron territorios comunitarios.
Las comunidades que se organizaban políticamente en clanes, jefaturas o sociedades igualitarias residían de forma nómada, semi-nómada o sedentaria, y demarcaban su territorio mediante sus prácticas productivas de caza y recolección, pastoreo o cultivo.