Yuxtapuestas: no tienen conjunción. Bueno, este tipo de oraciones tienen características muy especiales que las diferencian de las otras; son oraciones puestas unas a continuación de otras. No están unidas por conjunción alguna.
Ejemplo:
Llegué, comí, dormí.
Corre, te lo digo yo.
Estudia, mejorarás tu vida
Canta, despertarás el murciélago.
Si observa con atención, entre las oraciones existe una relación que podemos expresar por medio de una conjunción, pero la evitamos de manera intencional. Ahora bien, si reemplazamos la conjunción aparece un signo de puntuación, que puede ser la coma, el punto o el punto y coma.
Copulativas: utilizan las conjunciones y, e, ni.
Ejemplo:
Escucharon canciones en el concierto y cantaron todo el tiempo.
Sembraron el chontaduro e inventaron una nueva logia.
Los músicos cantan, bailan y gozan.
Arturo, Gloria y Andrés practican esgrima.
Ni raja ni presta el hacha.
Ni la camisa ni el pantalón me agradan.
Ni creo en sus promesas ni me llama la atención este problema.
Disyuntivas: utilizan las conjunciones o, u.
Ejemplo:
Bueno, genio, o te vas o te quedas.
Juegas con ellos o te quedas en casa.
O trabaja o busca un paraíso en otra parte.
Algunas veces podemos encontrar la conjunción ‘o’ no como disyunción sino como una expresión más precisa que la idea planteada primero.
Ejemplo:
Una buena cena es como un buen viaje o como una película de suspenso.
Adversativas: utilizan las conjunciones más, pero, sino, no obstante, sin embargo, con todo, excepto, aunque, salvo, menos, antes bien. Las más utilizadas en la formación de oraciones adversativas son: sino, más, pero. Son las que expresan dos juicios en las que uno de ellos se opone al otro, o por lo menos lo contradice.
Causales: utilizan las conjunciones porque, pues, etcétera.
Consecutivas: usan las expresiones luego, por tanto, etcétera. Se les denomina así porque expresan una relación de causa y efecto; cuando la primera oración expresa causa, la segunda expresa la consecuencia.
Ejemplos:
Estamos en verano, por consiguiente es normal esta temperatura.
Mañana será el estreno, por tanto hoy lo haremos bien.
Dile que mañana iremos, pues él tiene los documentos.
Si al descomponer la oración compuesta una de las oraciones no tiene sentido completo por sí misma, sino que depende de la otra, de la principal, estamos hablando de oraciones subordinadas.
Ejemplo:
El anciano que es primo de la mujer del mocho, les contó a sus nietos que la historia de Antasales era verdadera y que aquel enero él no pudo hacer nada.
El anciano que es primo de la mujer del mocho
le contó a sus nietos que la historia de Antasales era verdadera.
En el anterior párrafo encontramos tres oraciones ordenadas de la siguiente manera: la oración principal es la número uno (1,) de la cual dependen directamente la dos (2) y la tres (3).