Una de las actividades que sirve para intercambiar conceptos, escuchar, aprender y aprehender, es esta técnica, la cual consiste en un grupo de expertos que sostienen puntos de vista contradictorios o divergentes sobre un mismo tema, el cual exponen ante el grupo en forma sucesiva. Esta técnica se utiliza cuando se desea dar a conocer a un auditorio los puntos de vista de varios especialistas sobre un determinado tema o cuestión.
Los integrantes de la mesa redonda (que pueden ser de 3 a 6 personas, aunque generalmente son 4) deben ser elegidos, ya sea individualmente o por parejas o bandos. Además, han de ser expertos o buenos conocedores del tema, y hábiles para exponer y defender con argumentos sólidos su posición.
La confrontación de enfoques y puntos de vista permitirá al auditorio obtener una información variada y ecuánime sobre el asunto que se trate, evitándose así los enfoques parciales, unilaterales o tendenciosos, posibles en toda conferencia unipersonal. Es muy importante, ya que se dan y se reciben opiniones.
La mesa redonda tiene un director o coordinador, cuyas funciones se mencionarán más adelante. En cuanto a la duración, es conveniente que no se extienda más allá de los 60 minutos, para permitir luego las preguntas que desee formular el auditorio durante el lapso que se considere prudente.
Se deben tener en cuenta los siguientes pasos, para que se lleve a feliz término la ponencia.
Preparación
Una vez decidido el tema o cuestión que desea tratarse, el organizador debe seleccionar a los expositores de los distintos puntos de vista, de acuerdo con los requisitos ya expuestos. Se hará una reunión previa con los participantes con el objeto de coordinar el desarrollo, establecer orden de exposición, tiempo, temas y subtemas por considerar, etc. La mesa redonda requiere esta preparación, a pesar de que en su desarrollo público se manifieste luego una situación espontánea.
El organizador debe prever asimismo el ambiente físico donde tendrá lugar la mesa redonda, el equipo, los horarios, las invitaciones, etc. Los miembros de la mesa redonda deben estar ubicados en un escenario donde puedan ser vistos por todo el auditorio. Generalmente el coordinador se sienta en el centro, detrás de una mesa amplia, y los expositores a su derecha e izquierda formando los respectivos ‘bandos’ de opinión.
Desarrollo
Ubicados los participantes en el escenario, el coordinador abre la sesión con unas palabras, en las que menciona el tema por tratarse, explica el procedimiento que ha de seguirse, hace la presentación de los expositores agradeciéndoles su cooperación, comunica al auditorio que podrán hacer preguntas al final, y ofrece la palabra al primer expositor.
Cada expositor hará uso de esta durante 10 minutos aproximadamente. El coordinador cederá la palabra a los integrantes de la mesa redonda en forma sucesiva, y de manera que se alternen los puntos de vista opuestos o divergentes. Si un orador se excede demasiado en el uso de la palabra, el coordinador se lo hace notar prudentemente.
Una vez finalizadas las exposiciones de todos los participantes, el coordinador hace un breve resumen de las ideas principales de cada uno de ellos, y destaca las diferencias más notorias que se hayan planteado. Para esto habrá tomado notas durante las exposiciones.