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La Literatura Italiana



Aparece hasta el siglo XII, puesto que las obras anteriores se habían escrito en latín y no en alguno de los dialectos que originaron el italiano. El poeta más antiguo que se conoce fue un siciliano llamado Cielo d' Alcamo a quien se le atribuye una obra en verso escrita entre 1230 y 1250.

En el siglo XIII son también importantes San Francisco de Asís, cuya poesía está impregnada de lirismo, y Jacopone da Todi, preocupado en sus laudes por la caducidad de la vida. Las laudes eran composiciones religiosas de alabanza a Dios, propia de la Edad Media y el Renacimiento italiano. Por otra parte se destaca la literatura cortesana, centrada en el reino de Sicilia en torno a la figura de Federico II, gran protector de las artes. El poeta más brillante de la escuela siciliana es Jacopo da Lentini, cuyo estilo continuará en Toscana Guittone d' Arezzo.
La figura de la época medieval será el boloñés Guido Guinizelli (1235-1276) fundador del dolce stil nuovo (tendencia que anuncia el movimiento renacentista) que significa el dulce nuevo estilo y el cual fue un movimiento de ideas, sentimientos y gustos donde se mezclaban elementos religiosos, filosóficos, científicos y poéticos. En la época medieval se trataban temas como el amor, la sátira y la política.

En los géneros literarios se destacaba la lírica, la cual tuvo dos periodos: el primero, que trataba temas religiosos y alegóricos, y el segundo, que tenía una literatura popular y amor carnal a la mujer. Se destacaron varias escuelas: la escuela siciliana, la cual se caracteriza porque tiene una poesía cortesana, aristocrática, técnicamente muy estudiada donde se carece por completo de vibración pasional, es decir de lo romántico, de lo sensual. La escuela toscana, se preocupa menos por la distinción y es más fiel a las rudezas regionales y populares. Se toma un tono más natural y se glorifica los efectos ennoblecedores de la belleza femenina y el amor. En la escuela boloñesa, se afirma como un gran dogma, el carácter inseparable del amor y la nobleza del corazón, la dama que ya no sólo tiene una belleza convencional sino que ya tiene una gran belleza angelical.

La épica se caracterizó porque se presentaron manifestaciones filosóficas y se tuvo en cuenta más el fondo que la forma. La épica tiene su base en lo popular, en cuentos tradicionales, refranes y géneros orales.

La prosa italiana se caracterizó porque se escribieron crónicas de las principales ciudades y obras de carácter moral escritas por los monjes.

El género dramático tuvo poco desarrollo, y su principal motivo de inspiración era Dios, por lo cual la mayoría de las obras dramáticas se hicieron en las iglesias, donde se representaban las citas bíblicas o la vida de los santos más destacados de la época.

Los autores de las obras dramáticas eran al principio los sacerdotes y luego los laicos. Al comienzo las representaciones dramáticas tuvieron un carácter moral o religioso, pero luego se presentaron con un carácter jocoso, donde tenían como escenario la iglesia.

Durante largo tiempo se ha considerado que el Renacimiento era la renovación, exclusivamente artística y literaria sufrida bajo la influencia de la cultura griega y romana. Pero en realidad este fenómeno de renovación cultural iniciado en Italia, forma parte de un movimiento mucho más complejo. Podemos afirmar que el Renacimiento fue ante todo un movimiento espiritual, una corriente cultural en el más amplio sentido de la palabra.

Se le llamó renovación artística ya que en esta época se dieron los primeros grandes genios del arte que fueron: Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael. Da Vinci abarcó todos los conocimientos de su tiempo, su pintura más famosa es la Gioconda o Monalisa. Miguel Ángel trabajó como arquitecto en la basílica de San Pedro y decoró la Capilla Sixtina con el mural del juicio final y el techo con pasajes bíblicos; entre sus esculturas sobresalen La Piedad y Moisés en los cuales se combinan la inspiración cristiana y las formas clásicas que realzan la belleza y la fuerza del cuerpo humano. Rafael fue arquitecto y pintor de Madonas (vírgenes), como retratista de personajes y mecenas de su época. La pintura fue la expresión artística más difundida.

Se le llamó renovación literaria porque en cada país se escribió en lengua nacional. Las obras preferidas fueron las odas, sátiras, novelas y obras al estilo romano utilizadas para entretener y divertir.

Fue renovación espiritual porque la cultura medieval era teocéntrica y al comienzo del siglo XV los intelectuales empezaron a dudar de los conocimientos tradicionales, se volvieron críticos y quisieron conocer, valorar y comprobar por sí mismos como era el mundo. Todo esto llevó a los intelectuales a colocar en primer plano la cultura del ser humano, por lo cual se cambió de una cultura teocéntrica a una cultura antropocéntrica.

En el Renacimiento se da la aparición de dos tendencias: el renovado interés por la lengua y la literatura clásica, y las apariciones de las lenguas nacionales como instrumentos literarios.
Dentro del Renacimiento se caracterizó un movimiento cultural conocido como Humanismo, con el cual se afirmó la posición central que el hombre ocupa en el cosmos, hasta el punto de ser el mismo un microcosmos, un ser en que todo el universo está reducido en miniatura.

El Humanismo descubre en el mundo clásico un pensamiento, un arte y una literatura centrada en lo humano.

El Humanismo también fue un movimiento liberador del hombre en todos los órdenes.

En Italia primero, y después en todo Europa, se crearon studia humanitatis, que eran estudios de humanidades donde los clásicos eran leídos e interpretados y donde se enseñaba gramática, retórica, poética, historia y filosofía moral, en abierta posición en las disciplinas teológicas. La figura fundamental del Humanismo fue el genial escritor Francesco Petrarca, quien nació en Arezzo en 1304 y murió en Padua en 1374. Fue un poeta y humanista italiano que estudió en Aviñón, Montpellier y Bolonia. A la muerte de su padre se instaló en Aviñón, donde conoce a Laura quien se convirtió en su símbolo de inspiración poética. A lo largo de su vida realizó diversas misiones diplomáticas y gozó de la protección de varios príncipes y mecenas. Fue autor de una vasta y variada obra en latín. Petrarca debe su fama a las 366 composiciones que integran su cancionero, punto de partida de una rica corriente poética que dejó las hullas en lírica europea del Renacimiento. Gran defensor del Humanismo que tuvo en él su primer maestro.

En los géneros literarios el Renacimiento se caracterizó porque en la épica, la novela se mostraba con una caballería medieval y predominaban los temas eróticos, cómicos, fantásticos y amorosos.

Los autores representativos de este género fueron Boccasio, que junto a Dante y Petrarca, se convirtió en uno de los grandes escritores del siglo XIV (nació en 1313 y murió en 1375, en Italia). Autor de una importante obra erudita en latín, aunque su obra principal está compuesta en lengua vulgar: el “Decamerón” (1353), serie de historias breves relatadas por personajes de alcurnia, que versan sobre los temas más dispares, predominando la tragedia amorosa, el cuadro de costumbres o los relatos licenciosos. Fue además el primer comentarista de la obra de Dante. Se le considera como el primer gran prosista italiano.

Otro autor representativo de la épica es Nicolás Maquiavelo quien nació el 3 de mayo de 1469 en Florencia y murió el 22 de junio de 1527 en dicha ciudad. Fue un cabal ejemplo del pensador y político del Renacimiento, concibió el estado como una obra creada por el hombre y la política con un fin en sí mismo. Fue exiliado y durante su estancia en la finca de San Casciano escribió sus obras principales. Entre ellas se destaca en primer lugar "El príncipe" (1513) que expuso con crudeza la moralidad de los hombres envejecidos por el ejercicio del poder; luego de esta obra escribió "Discursos sobre la primera década de Tito Livio" (1531), así como una teoría sobre la guerra titulada "El arte de la guerra" (1521), también escribió algunas comedias, entre las que se destaca la "Mandrágora" considerada como una de las mejores del Renacimiento.

En la lírica se imitó a Petrarca. Los temas que se trataron eran religiosos, heroicos, morales y filosóficos. Uno de los autores representativos de este género es Torcuato Tasso (1544- 1595) autor de un gran poema épico: "La Jerusalén libertada" (1575), que tiene como tema la conquista de Jerusalén por los cruzados. En 1593 apareció "La Jerusalén conquistada" con la cual quiso dar respuesta a las críticas recibidas en su obra anterior, pero ésta fue considerada inferior. Tasso fue el último gran poeta épico del Renacimiento italiano.

Otro autor de este género es Mateo Boiardo (1439-1494) famoso por su obra "Orlando enamorado" escrita en poesía. Otro autor es Ludovico Ariosto (1474-1533) quien escribió la obra maestra "Orlando furioso". Este poema épico realizó la conjunción de las novelas de caballería francesa, con los temas amorosos de las novelas inglésas, llevándolos hasta altas cimas de perfección. La grandeza de Ariosto reside en la universalidad de sus héroes así como en la riqueza romántica y la belleza de su lenguaje alegre y sensual.

Otro autor representativo de este género es Dante Alighieri, quien nación en Florencia en mayo de 1265 y murió en Rávena el 14 de septiembre de 1321. Es el creador de una lengua literaria italiana y es una de las figuras más importantes de la literatura universal. Su fama procede en primer lugar de la obra de toda su vida: La divina comedia, que contiene todas las experiencias de su rico y brillante espíritu. Dante Alighieri pertenecía a una antigua familia florentina, y aunque perdió muy pronto sus padres, recibió una educación esmerada. En su juventud, como él mismo cuenta, aprendió el " arte de decir las palabras en verso". El joven Dante se instruyó en las artes y en las ciencias. Aprendió además el latín, francés y provenzal; dibujó, practicó el canto y la equitación. Desde muy joven, estuvo en contacto con los personajes más relevantes de su ciudad natal como por ejemplo el pintor Giotto. Tras la "vida nueva", obra en prosa y verso escrita ya en lengua toscana e inspirada por el amor que muy joven le inspiró la visión de Beatrice Portinari, comenzó la composición de la que habría de ser su obra maestra " La divina comedia". En esta obra una de las mayores de las literaturas de todos los tiempos, el escritor pretende comunicar una concepción total del mundo, además se trata de una obra en la que abundan las referencias autobiográficas y sobre todo la aspiración a un mundo autónomo de imaginación poética basado en el retrato de personajes y en la construcción de grandes metáforas. Trata un tema altamente teológico y filosófico, el poema relata de manera muy gráfica las torturas que soportaron los pecadores, sobre todo aquello que más desagrada a Dante. Su genialidad radica en una clara progresión desde la descriptiva en el infierno hasta la lírica en el purgatorio, y al final, el éxtasis místico en el paraíso. En la poesía del infierno, Dante trata de expresar la fragilidad del hombre frente a la bestialidad del pecado, capaz también de seducir a las almas más nobles y virtuosas. El purgatorio, se caracteriza por el descubrimiento de la condición humana, de sus mejores virtudes después de la oscuridad infernal. En el paraíso se quiere expresar poéticamente el mundo del pensamiento y de la inteligencia.

La dramática se caracterizó porque se dieron las primeras manifestaciones en una forma cómica y profana. Se dieron representaciones clásicas y espectáculos mitológicos. Se inició el género pastoral con " La favola di orfeo".

En la oratoria y la didáctica los temas que se destacaban fueron la gratitud, las calamidades, temas académicos, militares y políticos.