Los Indígenas en América Latina
América Latina es una región donde predomina la diversidad étnica y cultural y las comunidades indígenas hacen parte fundamental de esa diversidad.
El indígena actual conserva rasgos y características de sus grupos de origen como la vida comunitaria, la relación con la naturaleza, la medicina tradicional, las creencias y saberes ancestrales, la manera de comprender el mundo y la comunicación a través de su lengua nativa; pero también están influidos por el intercambio cultural con los mestizos, los negros y los blancos.
En las comunidades indígenas de América Latina existen dos (2) tipos de autoridad, la de orden religioso y la de orden político.
La autoridad religiosa está representada por los chamanes, médicos tradicionales, sailas y mamos; todos son figuras de sabiduría tradicional. Se considera que su saber religioso se les ha transmitido por medio del sueño o de fenómenos naturales como la lluvia y el trueno.
La autoridad política o comunitaria está representada por el gobernador y las personas que hacen parte del cabildo como el capitán, el tesorero, el secretario, los comisarios, los alguaciles alcaldes y el fiscal. Estos funcionarios cuentan con la asesoría de los consejos de ancianos para la toma de decisiones de la comunidad.
Estas autoridades se encargan de asuntos relacionados con la distribución de las tierras, la solución de litigios por límites de parcelas, la investigación de robos, la aprobación de matrimonios y el castigo a los que dañan la paz pública.
Las autoridades políticas son elegidas por asamblea comunitaria y cuando alguna persona es designada para algún cargo político, debe trabajar tiempo completo, sin recibir salario; a la vez, estas personas siguen viviendo y trabajando como cualquier miembro de la comunidad.
Cada comunidad política tiene un eje o centro político determinado; por ejemplo los de la Amazonía se agrupan alrededor de la Maloca (lugar sagrado) mientras en los guambianos el Cabildo es el eje dinamizador de todas sus actividades.
El trabajo en las comunidades es considerado como medio de subsistencia y beneficio colectivo; el que trabaja tiene derecho a la tierra y al reconocimiento dentro de la sociedad. Los indígenas actuales trabajan principalmente en los cultivos, la ganadería, la caza, la pesca y la recolección e intercambio de productos; base económica de estas comunidades.
La actividad agrícola se realiza en parcelas, lo realiza la familia y es diferente de un lugar a otro, de acuerdo a las condiciones ambientales del medio; la tierra es considerado un bien sagrado que permite la subsistencia, la cohesión de las familias y la continuidad de las tradiciones y costumbres ancestrales.
Algunas comunidades cultivan sólo para subsistencia como en la Amazonía o en las zonas desérticas del norte de Chile; otras han logrado ampliar su producción y comercialización, como en México y Colombia, siendo algunos cultivos comerciales: café, caña de azúcar, trigo, tabaco, vainilla, cacao y cítricos; otros pueblos han vivido de la producción de coca con la que se hacen bebidas aromáticas. Los indígenas, también trabajan en artesanías, que comercian en diferentes regiones.
La familia es el núcleo de las sociedades indígenas, se organizan por relaciones de parentesco, formando clanes; en cada familia existe jerarquización de las responsabilidades y de las decisiones. Los ancianos hombres son los de mayor poder, seguidos por los adultos hombres; el soltero y la soltera no son considerados adultos de la comunidad, por lo tanto no se le asignan responsabilidades.
En los hogares, el hombre y la mujer cumplen roles diferentes; el hombre realiza los trabajos pesados del campo y la construcción de la casa, mientras la mujer se encarga de la huerta, del cuidado de los hijos, de la crianza de animales domésticos, del trabajo de cestería o cerámica, de la cocina y de la venta de los productos de la huerta.
En otras comunidades indígenas, las familias tienen una organización de carácter patrilineal, es decir, existe una jerarquización y asignación de responsabilidades por línea paterna de hermanos mayores a menores.
Las manifestaciones religiosas son parte integral de su manera de vivir, de celebrar y de relacionarse; las prácticas religiosas están asociadas a elementos de la naturaleza como la lluvia, el Sol, la Luna y el suelo. Los indígenas asumen la naturaleza como su diosa y su madre; los cultos o ceremonias se vinculan al ciclo agrícola, por eso las principales fiestas religiosas se celebran durante las épocas de siembra y cosecha.
Las comunidades se han mantenido alejadas del contacto con mestizos y colonos, conservan las raíces de su religión y de sus cultos. Las comunidades que entraron en contacto con otras formas culturales, por ejemplo la religión católica, asumieron algunas creencias y ritos, fusionándolas con sus creencias religiosas.
Formas de integración de las comunidades
Con la llegada de los españoles, muchas comunidades indígenas fueron exterminadas y otras integradas al sistema económico y social durante el proceso de colonización; este proceso se ha fortalecido y ahora se pueden establecer tres (3) formas de integración de las comunidades indígenas:
Comunidades con mínimo contacto con los mestizos, actualmente habitan en América grupos indígenas organizadas en tribus y con economías autosuficientes, es decir, un sistema productivo que se sustenta en la agricultura, la caza y la pesca de donde obtienen los
productos necesarios para sobrevivir, sin requerir un contacto significativo con los mestizos; esto les permite conservar las características de sus antepasados; algunos viven en el anonimato (no son conocidos) y se ubican en zonas selváticas como la cuenca amazónica. Ejemplos de estas son los yanomamis (en la frontera entre Venezuela y Brasil), los cunas (en el litoral Caribe panameño), los aucas (parte central de la selva amazónica del Ecuador) y los nukak maku (Amazonía colombiana), etc.
Comunidades Indígenas Campesinas, en América hay comunidades indígenas que se integraron a las economías campesinas, adoptando sus costumbres y maneras de vivir, como: técnicas de producción agrícola y de cría y cuidado de animales; así como formas de comercialización de los
mismos; así el indígena se convierte en productor agropecuario que se integra a la comunidad mestiza campesina.
Estas comunidades habitan las zonas rurales y tienen un sistema de organización comunitario que les permite tener autonomía, conservar la mayoría de sus tradiciones culturales y ser reconocidos dentro de las legislaciones de los Estados.
Otras comunidades se integraron a las economías nacionales como productores independientes o como empleados en fincas o haciendas. La remuneración es muy baja, por lo que es difícil satisfacer sus necesidades diarias y acceder a servicios públicos, vivienda, salud y educación.
Además estas comunidades se enfrentan a la defensa de la tierra, con la defensa del modo de cultivarlas y con tratar de recuperar o gana algunas. Esto genera conflictos entre las comunidades y grupos étnicos con intereses comerciales de apropiación sobre la tierra.
Comunidades Indígenas Urbanas Muchas familias indígenas han emigrado de sus lugares de origen y se han integrado a la vida de las ciudades, lo que contribuye al crecimiento poblacional de las áreas urbanas. Los indígenas llegan a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida o para escapar de las situaciones de violencia política; la mayoría se convierten en trabajadores no calificados, perdiendo la mayor parte de su cultura. A veces encuentran en la ciudad personas de su comunidad interactuando intensamente y creando espacios para resignificar sus tradiciones indígenas, es decir, acoplarlas a sus nuevos espacios y contextos; otros quieren eliminar todo vínculo con su comunidad origen, asumiendo roles y actitudes de la cultura mestiza, eliminando sus tradiciones y valores ancestrales.
Indígenas en América del Norte En Norte América, hace cerca de 600 años habitaron comunidades indígenas, muchas de las cuales, con la llegada de los ingléses a su territorio, fueron desplazados políticas, económica y socialmente y concentrados en reservas.
Hoy, en Estados Unidos y Canadá habitan unos 2.8 millones de indígenas, que están integrando volver a sus tradiciones ancestrales, sin descuidar la relación con la comunidad norteamericana.
Las reservas indígenas se convirtieron en sitios en los cuales los indígenas difícilmente podían desarrollar su cultura, la pesca o la recolección por lo reducido del espacio y la infertilidad de las tierras, es decir, sitios de pobreza absoluta.
En los inicios del siglo XX, se descubrió que estas reservas tenían yacimientos energéticos como carbón, uranio y petróleo, entonces el Estados y varias compañías privadas empezaron a explotar estos recursos sin reconocer económicamente a las comunidades indígenas. Esta explotación se dio hasta la década de 1980, cuando se agotaron los recursos y lo que quedó a las tribus fue una tierra destrozada por la extracción y la contaminación del agua, aire y de los suelos.
Ante la crisis de las reservas, surgió la idea de la apertura de casinos; los primeros casinos indios se llamaron palacios del bingo y el bingo se convirtió en un juego a través del cual se recaudaban fondos para la iglesia y las necesidades de las reservas. En 1988, se regularon los casinos, desde entonces, en gran parte de Norteamérica funcionan palacios del bingo como una de las actividades económicas más importantes de los indios; hoy día, el bingo, además de proporcionar trabajo, ofrece recursos económicos que se invierten en viviendas, escuelas y servicios de salud, para las comunidades indígenas.
El auge de los casinos ha generado enfrentamientos entre dirigentes de tribus, pues algunos creen que el dinero trae consecuencias negativas para las comunidades y sus tradiciones.
¿Qué deben afrontar las comunidades indígenas?
Los indígenas se han visto enfrentados al reconocimiento del derecho a la tierra que habitan y esto se asocia con:
La tierra tiene un gran valor para los indígenas, pues la consideran la fuente, madre de la vida y espacio vital de relación entre las personas; para ellos la tierra no puede ser vendida ni comprada ni pertenece a una persona en particular. Para ellos, los seres humanos pertenecen a la tierra, por eso, su lucha o defensa del territorio equivale a la defensa de la vida física y espiritual.
En Colombia Las leyes colombianas expresan dos (2) formas de reconocimiento de la propiedad de la tierra de las comunidades indígenas en Colombia, el resguardo y la reserva, instituciones heredadas de la época colonial.
Según la Organización Nacional de Indígenas de Colombia la gran mayoría de comunidades indígenas tienen problemas de posesión, producción, agotamiento e insuficiencia de tierras, lo que pone en peligro a las comunidades; teniendo, cada comunidad indígena sus particularidades.
Los españoles creyeron haber llegado a las Indias Orientales y denominaron a sus habitantes indios, desconociendo que estas personas tenían una organización, una cultura y unos territorios definidos.
Hoy, las comunidades indígenas exigen ser reconocidas como pueblos diferenciados, es decir, que se
reconozcan y valoren sus particularidades económicas, sociales y culturales.
En algunos países se ha logrado este reconocimiento y en la Constitución Política se consagra el respeto a la diversidad étnica; parece que los Estados temen que los indígenas formen un país aparte sin tener en cuenta las normas y leyes del Estado.
Esta es consecuencia de los bajos ingresos de las comunidades indígenas y de las condiciones a las que están sometidos.
La pobreza se manifiesta en las condiciones desfavorables de vivienda y servicios públicos.
Derechos de los pueblos indígenas y acuerdos internacionales La situación de los pueblos indígenas en América ha generado espacios de reflexión y acción por parte de las comunidades indígenas, de los Estados y de instituciones que han tomado como suya la lucha y la causa de estas comunidades. En los últimos años esta conciencia se ha concretado en acuerdos, congresos y algunas normas internacionales y locales que reconocen los derechos de las comunidades indígenas. Algunos son:
Proyecto de Declaración Universal sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas Los eventos anteriores y otros encuentros de comunidades indígenas fueron los antecedentes inmediatos del Proyecto de Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, que comprende:
A lo largo de la historia se han formado Organizaciones Indígenas en América Latina para defender: la lucha y recuperación de los pueblos indígenas, proyectos de manejo de recursos naturales, reconocimiento de los territorios indígenas, etc.
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