Se consideran afro descendientes al conjunto de familias de ascendencia africana, que poseen la misma cultura, similar historia, tradiciones propias y conservan una conciencia de identidad, que las distingue de otros grupos étnicos. Los afro descendientes suman, aproximadamente, unos 80 millones de personas en América Latina, lo que constituye del 20 al 30% del total de la población.
Los afro descendientes hacen presencia en todos los países del continente, tienen sus propias raíces en las culturas africanas que con el paso de los años han mezclado sus tradiciones y costumbres con múltiples culturas como la indígena, la española, la rusa, la francesa y la holandesa.
La mayoría de los afro descendientes actuales se declaran católicos o protestantes, pero existen algunos grupos que aún mantienen los cultos africanos ancestrales como el candombe, el ubanda, el vudú y la santería, esta última muy común en Cuba.
La presencia de personas africanas en América se dio desde la trata de negros o venta de personas de raza negra, convertidos en esclavos por los europeos. Este proceso se inició hacía el siglo XVI, los africanos fueron traídos a América como mano de obra esclava para trabajar en minas y plantaciones.
La esclavitud, con todas sus consecuencias, es el origen de la presencia africana en América y la causante de muchos de los problemas de estas comunidades.
Algunos grupos de negros respondieron a la esclavitud, a la discriminación y a la explotación a través de acciones de resistencia como la huida de las casas, de las haciendas, de las plantaciones o de las minas. A los esclavos fugitivos se les llamó cimarrones; estos construyeron palenques en las partes altas de las montañas. Otra forma de reaccionar contra la esclavitud fue a través del suicidio, el infanticidio y la destrucción de herramientas de trabajo.
A pesar de que a mediados del siglo XIX se eliminó la esclavitud en América, las comunidades negras siguen siendo discriminadas; ante esta situación, la lucha de los negros se hizo más fuerte, apareciendo líderes como Martín Luther King y se crearon movimientos nacionales e internacionales en contra del racismo.
Movimientos en América Latina
La negritud es un movimiento internacional que busca que toda persona de raza negra defina su identidad, vaya en contra de todo racismo, de toda forma de explotación y se reafirme en sus valores de origen africano. Este movimiento nació en París y llevado a varios países.
La negritud estudia y analiza las situaciones históricas de la esclavitud y la marginación de la población y promueve mecanismos para que sean escuchados.
Desde hace muchos años los movimientos y organizaciones formadas por intelectuales, profesionales, estudiantes y personas de diferentes sectores sociales han tomado fuerza. Algunos de estos movimientos son:
Otro problema, es el desplazamiento forzado es un grave problema que afecta a la sociedad colombiana, particularmente a los campesinos de las zonas en donde el conflicto armado es más intenso. Este problema también afecta a las comunidades indígenas y afrocolombianas que se encuentran dispersas en diferentes lugares del país. En la región de Urabá, formado por los departamentos de Antioquia y Chocó, es frecuente que los campesinos negros, indígenas o mestizos, tengan que desplazarse hacia algunos centros urbanos ante la persecución de los grupos armados. A las ciudades de Medellín y Quibdó llegan frecuentemente familias desplazadas, provenientes de pueblos y veredas, en busca de nuevas oportunidades de vida.
Así, los afro descendientes requieren una vivienda digna y un trabajo que les garantice su supervivencia, aunque tienen tierras en su lugar de origen, de las cuales dependía su subsistencia.
El departamento del Choco se ha convertido en una región víctima del desplazamiento. Las amenazas, los asesinatos, las masacres, las desapariciones forzadas y las torturas cometidas por los actores del conflicto armado obligan a las personas a desplazarse.
Algunos organismo internacionales aseguran que Colombia es el segundo país del mundo, luego Sudán (África) en donde se presenta el mayor número de desplazamientos internos; se cree que existen dos (2) millones de desplazados hasta mediados del 2003.
Uno de los aportes de las comunidades afro descendientes a la sociedad colombiana, es el reconocimiento de las diferencias culturales y su capacidad de adaptación social e interacción con otros grupos humanos, sin perder su identidad. Muchos afro colombianos han podido convivir pacíficamente con otras comunidades o se han integrado a las dinámicas de las grandes ciudades colombianas.
Chocó se caracteriza como un modelo de convivencia intercultural o entre culturas, como las negras y los indígenas embera, sin desconocer ni tratar de anular al otro, sin renunciar a su cultura y aunque han surgido conflictos propios de las diferencias culturales, éstos se han resuelto pacíficamente gracias al mutuo acuerdo de respetar y proteger el patrimonio de cada grupo.
Los afro colombianos demuestran que vivir en medio de la diversidad es posible y que es un ejercicio que enriquece a los seres humanos y enseñan que los conflictos tramitados de manera no violenta contribuyen al fortalecimiento de las relaciones humanas y de la democracia como forma de organización política.
Resuelve