La geografía económica se encarga de construir teorías y explicaciones que permiten comprender el funcionamiento de los sistemas económicos y sus cambios en el espacio geográfico. Es decir, la geografía económica intenta explicar los diferentes tipos de variación espacial de la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios por parte del ser humano.
La geografía económica integra los conocimientos y metodologías utilizados por la economía y la geografía. Por ejemplo, el análisis del uso del suelo en las zonas rurales y la explicación de cómo influye la infraestructura de carreteras en el comercio de mercancías, etc.
El medio natural es una fuente de recursos para una gran cantidad de actividades humanas. Así, el medio natural sirve como soporte de actividades económicas como la agricultura, la pesca, la minería y el transporte. De otro lado, las transformaciones que el ser humano ha realizado sobre el entorno natural, se puede decir que el espacio geográfico influye sobre la organización, la comunicación, la localización y el funcionamiento de las empresas y los diversos agentes económicos.
La influencia del espacio geográfico sobre la economía se evidencia es aspectos como en el traslado de bienes y mercancías (proceso imprescindible en muchas actividades económicas), en lo cual se debe analizar elementos como las distancias y el tiempo de transporte, la variación en el precio de la tierra y los condicionamientos naturales para la producción.
La agricultura es una de las principales actividades económicas que históricamente ha desarrollado la humanidad. La producción de alimentos es esencial para la vida humana y, por tal motivo nuestras sociedades siempre se han preocupado por preservar su comercio y abastecimiento.
Así mismo, el medio natural y el espacio geográfico condicionan la organización del territorio. Esta influencia se muestra en el crecimiento de las ciudades, en la movilización de las personas, en los cambios en los mercados, la expansión o reducción de las áreas destinadas a la agricultura o minería, la transformación de los espacios naturales, los impactos medioambientales y la modificación en las condiciones generales de vida de las sociedades. Así, la urbanización está asociada con la centralización de las actividades económicas en los centros urbanos. Entre más actividades se reúnan en una ciudad, mayor será el crecimiento de ésta y atraerá a más personas provenientes de otros sitios rurales o con menor crecimiento urbano.
El mercado, la oferta y la demanda
Los conceptos de mercado, oferta y demanda son claves para comprender cualquier tipo de organización económica.
El mercado hace referencia a las operaciones de compra y venta de un bien material o un servicio; esta operación implica un acuerdo o negocio entre el vendedor y el comprador.
La oferta y la demanda dependen del mercado. La oferta se refiere a la cantidad de productos (bienes materiales o servicios) que los vendedores están dispuestos a ofrecer en el mercado, aunque esto implique una competencia entre ellos. Ejemplo: la oferta de petróleo se refiere a la cantidad de barriles de crudo que los países productores están en capacidad de vender a cierto precio. De manera complementaria, la demanda se entiende como la cantidad de bienes o servicios que los consumidores (compradores) desean y pueden adquirir, dependiendo del precio del producto. Ejemplo: la demanda de papa se refiere a la necesidad que tienen los consumidores de comprar papa. Los compradores generalmente la compran si se les garantiza calidad y bajo costo.
La teoría neoclásica dice que la interacción entre la oferta y la demanda determina la cantidad y el precio de los productos que se intercambian en el mercado, ejemplo:
Aunque la interacción entre la oferta y la demanda, teóricamente, debe contribuir a regular los precios de los productos en el mercado, en la realidad existe una serie de factores externos que influyen sobre esos precios. Uno de esos factores es el control parcial o total ejercido por los gobiernos de cada nación, en un intento por manejar sus políticas económicas y reducir los costos y riesgos sociales que implicaría una libre relación entre la oferta y la demanda.