Históricamente ha habido diversas representaciones de la Tierra, incluso hay evidencia de mapas antiguos desde hace 2000 años a. de C., por los chinos, los egipcios y otras culturas del Cercano Oriente, pero sólo a mediados del siglo XX la humanidad empezó a conocer con detalle las características del planeta, por medio de
Fotografías aéreas y de imágenes satelitales; pudiendo tener mapas más exactos.
Para construir un mapa en el cual se grafique una o varias características de la superficie terrestre, se necesitan normas y técnicas que facilitan su elaboración y su correcta lectura. Esto conjunto de normas y técnicas se llaman cartografía. Hoy en día, el trabajo de la cartografía se ha facilitado gracias a los sensores remotos.
Los antiguos cartógrafos utilizaban el reconocimiento de visual de las costas y los ríos dando mapas muy imprecisos, pero con el avance de la astronomía, se diseñaron procedimientos y técnicas para construir mapas, donde se combinaba la información astronómica mejorando la exactitud en costas y ríos, pero la información al interior del continente seguía siendo escasa e imprecisa.
Pero considerando que la superficie de la Tierra es de forma plana, un mapa plano no lo podía representar con exactitud; así para cartografiar los continentes o el globo terráqueo, la forma esférica debía transformarse en una superficie plana. El sistema que permite esta visualización es la proyección cartográfica; de éstas hay muchas, dependiendo de las necesidades y finalidades del mapa, las más conocidas son, la cilíndrica o Mércator, la cónica,, acimutal o central y la homolosena de Goode.
Consulta
Consulta y explica cada una de las proyecciones cartográficas mencionadas.