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Constituciones de Colombia


Para comienzos del siglo XIX, las provincias de la Nueva Granada elaboraron sus primeras constituciones en medio de las batallas que les permitieron independizarse de la Corona española, con el interés de establecer su propio tipo de relaciones.

La naciente República iba a vivir una historia sencilla, pero dolorosa en la que cada crisis terminaba en guerra y el ganador imponía una nueva Constitución.  Luego del grito de Independencia, el 20 de julio de 1810, la primera Constitución fue la de Cundinamarca, elaborada el 11 de febrero de 1811 por el Colegio Electoral Constituyente elegido por los padres de familia de cada parroquia.  En esta Constitución, el aspecto más destacado fue la incorporación de los Derechos del Hombre traducidos por Antonio Nariño.

Ese mismo año se conformó la Confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, esta reunión de provincias otorgó a cada una soberanía y derecho para darse su propia Carta Magna. Fue así como en 1811 y 1815, las provincias de Tunja, Antioquia, Cartagena, Mariquita y Neiva redactaron sus constituciones en las que no se reconoció la participación del pueblo.

En 1820, el Libertador Simón Bolívar convocó,  en la Villa del Rosario de Cúcuta, al Congreso General de Colombia para redactara una nueva Carta, que fue expedida un año después.  Esta nueva Constitución, la Constitución de Cúcuta organizó el Congreso en dos (2) cámaras; el Senado y la Cámara de Representantes, tal como en la actualidad; el territorio fue dividido en departamentos, y el Ejecutivo quedó integrado por un presidente y un vicepresidente para un período de cuatro (4) años.

Pero, los partidarios de Simón Bolívar y de Francisco de Paula Santander, no contentos con esta Carta, acordaron convocar la Convención de Ocaña para expedir otra Constitución o modificar la existente, pero esto no se hizo.

En 1828, Bolívar expidió el Decreto Orgánico de la Dictadura que suprimió la vicepresidencia y el Congreso y concentró  el poder en el jefe de Estado (o sea en él), por lo que los partidarios de Santander intentaron asesinarlo en el célebre episodio de la “noche septembrina”.

En 1853 se expidió una nueva Constitución  de corte liberal que eliminó las elecciones indirectas y decretó por primera vez las elecciones directas para Presidente y acogió el Federalismo como forma de gobierno donde cada estado era autónomo.  Luego las elecciones dieron el triunfo al conservador Mariano Ospina Rodríguez, pero Tomás Cipriano de Mosquera, presidente liberal del Estado del Cauca, se opuso a esta elección, se levantó en armas y derrotó al gobierno con la toma de Santa Fe de Bogotá.  Mosquera promulgó la  Constitución de Rio negro en 1863 que reafirmó el federalismo, dio al país el nombre de Estados Unidos de Colombia, decretó la separación de poderes de la Iglesia y el Estado, recortó poderes al Presidente y amplió los del Congreso.


Durante la vigencia de la Constitución de Rio negro (1863 – 1886) se dieron 50 guerras civiles y se escribieron unas 42 Constituciones en los estados federales; pero fue la Gran guerra de 1885, ganada por Rafael Núñez, la que dejó sin vigencia la de  Rio negro y dio vida a la Carta de 1886 que fue como un desquite de los excesos liberales, durante la Constitución de Rio negro.


La Constitución de 1886 se caracterizó por una democracia limitada por:

  • El exceso de centralismo (las decisiones importantes se tomaban en Bogotá);
  • El énfasis presidencialista que dio poderes máximos al Presidente de la República  (sin mecanismos de control efectivo)
  • La reducción de os poderes del Congreso,
  • La limitación de los poderes y libertades individuales.
  • La declaración de religión católica como la oficial en el país, con lo que se prohibió la libertad de cultos y de creencias religiosas.


Algunos consideran la época entre 1819 y 1886 como la manifestación del caos político por el fracaso de los terratenientes, que conformaban la clase dominante y de su negativa para generar un proyecto político que incluyera los intereses de otros sectores como el de los comerciantes; reflejándose en las numerosas constituciones y que no funcionaron, pero la de Núñez  impuso un proyecto un proyecto político para toda la Nación en el que era viable el bipartidismo liberal-conservador.

En el siglo XX, a partir de la guerra de Los Mil Días, que concluyó en noviembre de 1902, se dieron reformas constitucionales para incluir en el manejo del gobierno a los nuevos integrantes de la clase dominante: hacendados, comerciantes, nuevos empresarios y caudillos militares, que eran los que alentaban las guerras civiles para quedarse con el control del poder.

En 1910, se hizo otra reforma que moderó el centralismo, limitó los poderes del presidente, redujo el período presidencial a 4 años, eliminó la relección y la vicepresidencia y permitió la participación de los liberales en el Congreso.  Esta reforma permitió que hacia 1920  ingresaran a la política distintos sectores sociales, como los movimientos obreros, campesinos y estudiantiles que reclamaron condiciones de trabajo y reconocimiento legal a  sus aspiraciones.

Hacia 1930, la modernización provocada por el capitalismo en Colombia generó la creación de industrias y el desarrollo de un mercado interno en el que se comercializaron las mercancías producidas; a la par, la clase media creció, se desarrolló la urbanización, surgió la burocracia ligada al crecimiento del Estado y aparecieron nuevas ocupaciones que rompieron la antigua sociedad dedicada exclusivamente a la producción agraria.

Actividad

  • ¿Por qué la Constitución  de 1863 no respondió a las necesidades del momento?
  • ¿A qué necesidades respondieron los siguientes cambios en la Constitución de 1886: centralismo, concentración del poder en manos del ejecutivo, restablecimiento de la pena de muerte, poder de la iglesia católica.


Entre 1934 y 1938, el gobierno de Alfonso López Pumarejo implementó la “Revolución en marcha”, una estrategia para impulsar el desarrollo capitalista del país y permitir el surgimiento del sindicalismo con la aceptación por parte del Estado.  Como consecuencia se apaciguaron las guerras civiles entre conservadores y liberales, pero se dio paso a conflictos y luchas entre las clases poderosas y las clases menos favorecidas o marginadas.

En 1936 se produjo una nueva reforma constitucional que buscó ampliar la intervención del Estado en los asuntos públicos.


Reforma Constitucional de 1936

Función de las autoridades: las autoridades deben asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.
La propiedad y su función social: La propiedad privada tiene una función social que implica obligaciones; puede ser expropiado por motivo de utilidad pública.
Intervencionismo del Estado: Éste puede intervenir por medio de leyes en la explotación de industria o empresas públicas o privadas; con el fin de racionalizar la producción, distribución y consumo de las riquezas; o dar al trabajador la justa protección a que tiene derecho.
Relaciones Estado-iglesia: El Estado garantiza la libertad de conciencia y la libertad de cultos, y la libertad de enseñanza.


En 1945 otra reforma Constitucional creó los Departamento Administrativos,  para abordar de manera técnica los asuntos públicos relacionados con las funciones de cada ministerio; también creo las Comisiones del Congreso, para reducir a dos (2) debates los proyectos de ley, correspondiendo el primero a la comisión permanente respectiva, y el segundo a la plenaria.  Además, se reiteró el carácter no deliberante de las Fuerzas Armadas.

La violencia seguía y se avivó con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, alentando la rebelión de las clases menos favorecidas contra la clase de gobernantes.  Entre 1948 y 1953 se propagó la apropiación de tierras por los que triunfaban sobre el adversario y se presentaban las venganzas personales.

Mientras tanto, los dirigentes políticos conservadores trabajaban para que la presidencia que estaba en manos del conservador Mariano Ospina Pérez pasara a manos de otro conservador Laureano Gómez; los liberales confiaban en que la explosión de la barbarie que llamaron “fe y dignidad”, se fortaleciera su liderazgo sobre las masas liberales rurales para disputar con el conservatismo la dirección del Estado.

Así, la violencia del campo se trasladó a la ciudad y atacó a los dirigentes liberales, se produjo el incendio y saqueo de los periódicos liberales de Bogotá y de las residencias de líderes políticos como Alfonso López y Carlos Lleras Restrepo; esto provocó que se dudara que la lucha armada era un sistema eficaz para solucionar los problemas entre liberales y conservadores.

El 13 de junio de 1953, el general Gustavo Rojas Pinilla asumió el poder presidencial por la presión de las elites de ambos partidos tradicionales que se sentían amenazados por la violencia campesina que emergía en los campos.  Rojas se concentró en pacificar el país, para lo cual decretó la amnistía para los guerrilleros, a quienes se les dio tratamiento político.
Cuando Rojas Pinillas mostró su intención de separarse de los partidos políticos que lo habían erigido como presidente, los jefes políticos conformaron un “Frente Civil” que depuso al dictador e instaló una Junta Militar, el 10 de mayo de 1957.

Los cinco (5) generales que conformaron la Junta Militar convocaron a un plebiscito el 1 de diciembre de 1957 que aprobó el voto femenino y el Frente Nacional, una estrategia que entregó la presidencia de manera alternada a un liberal  y a un conservador, hasta 1974.

El Frente Nacional fue la culminación de una larga búsqueda de unidad política de los partidos tradicionales, que se condensa en:

  • Los partidos liberal y conservador compartirían igualitariamente, y por obligación, todos los cargos (por elección y por nombramiento) y se alternarían en la presidencia durante los próximos 16 años, excluyendo a cualquier otra fuerza política;
  • Prohibían al pueblo ejercer su soberanía o poder constituyente, que en adelante quedaría en manos del Congreso, es decir, éste el único que podía reformar la Carta Constitucional.


Luego, en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo en 1968, se realizó otra reforma constitucional cuyo objetivo fundamental era modernizar el Estado, para lo cual le otorgó al presidente la facultad de adoptar políticas económicas para manejar el crédito público y la deuda nacional.

Entre 1974 y 1990,  durante los gobiernos de Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay Ayala y Virgilio Barco, tres (3) proyectos de reforma constitucional se hundieron; la táctica de reformismo constitucional para contrarrestar las amenazas de los movimientos populares y aliviar las presiones políticas y sociales llegó a su fin, en el país.  El 11 de marzo de 1990, un grupo de estudiantes aprovecharon la elección popular de alcaldes e impulsaron el movimiento de la “séptima papeleta”, en las que más de dos (2) millones de personas se pronunciaron a favor de una reforma constitucional.

El gobierno de César Gaviria debió consultar a los colombianos al respecto y cerca de 5 millones 200 mil ciudadanos dieron su voto positivo el 9 de diciembre de 1990.  Posteriormente, se escogieron 74 personas para conformar la Asamblea Nacional Constituyente, entre ellas liberales, conservadores, independientes, estudiantes, indígenas, académicos y exguerrilleros que se habían desmovilizado en ese momento.


Este hecho tuvo gran trascendencia en la historia política de Colombia, pues era la primera vez en 172 años de historia republicana, que el pueblo colombiano, liderado por un movimiento de jóvenes independientes, pedía un cambio en las normas que regían el país.

La Constitución de 1991

El 4 de julio de 1991 se firmó la actual Constitución como un nuevo pacto social y nacional,  una propuesta colectiva de solución a algunos de los conflictos más agudos que ha tenido el país, como: La violación de los Derechos Humanos, las limitaciones del derecho a la protesta y a la organización popular y el abandono de las regiones, etc.


Este nuevo pacto incluyó una lista de derechos para todos los colombianos, como el derecho a la vida, a la libertad y  al trabajo; además, implementó la acción de tutela, mecanismo que permite a los ciudadanos reclamar el respeto de sus derechos fundamentales cuando son vulnerados.

 También, amplió la participación democrática al incluir varios mecanismos para elegir a los gobernantes, vigilar y controlar sus acciones hasta el punto de poder destituirlos, e intervenir directamente en la toma de ciertas decisiones sobre el manejo del país.  Así, se pasó de la democracia representativa a la democracia de participación ciudadana.
Además, reconoció los derechos de todas las fuerzas sociales organizadas en sindicatos; grupos comunitarios; partidos y movimientos políticos y los derechos de las minorías, que siempre han estado excluidos.

Este pacto, le dio un fuerte golpe al centralismo, con la nueva Constitución cada entidad territorial puede autogobernarse y tomar determinaciones sobre los asuntos de mayor interés para su gente.

Actividad
  • Explica la función política y social de una Constitución.
  • Realiza un esquema que muestre la evolución de la organización política en Colombia, desde comienzos del siglo XIX, hasta la actualidad.
  • Menciona tres (3) aspectos políticos y tres (3) aspectos sociales que consideres se mantienen desde el siglo XIX.