Se ha definido como la ciencia que estudia los hechos y procesos del pasado, así se considera como la memoria de los pueblos o de la humanidad; pero la historia también trata de comprender, explicar y relacionar el pasado con el presente. La historia permite conocer cómo se organizaron las sociedades, cómo nacieron y se desarrollaron las instituciones, el lenguaje, el pensamiento, las manifestaciones artísticas y técnicas, y como fueron las relaciones sociales, afectivas y económicas; además informa sobre las costumbres, las ideas y lo modos de pensar y actuar.
Los historiadores, mujeres y hombre, son los especialistas encargados de estudiar las transformaciones de la sociedad a través del tiempo; formulan preguntas del pasado e interpretan la información que se tiene para poder las explicaciones respectivas; influyendo en sus preguntas y conclusiones la época en que vive, la clase de formación que posee y sus intereses, etc., por eso se dice que cada época ha planteado diferentes preguntas a la historia.
Para reconstruir el pasado hay que basarse en las fuentes y la historia cuenta con una amplia gama de éstas, las cuales pueden ser tradiciones orales o restos materiales.
Una fuente puede ser un relato, una leyenda, una tradición o el análisis de una piedra tallada, etc.; por su lado el historiador debe recurrir al mayor número de fuentes para hacerse a una idea más amplia o completa de los acontecimientos que estudia. Entonces, la historia es una ciencia de la cual no se tiene conocimientos definitivos, nueva información cambiara las explicaciones que se tienen sobre un suceso.
El historiador recurre a ciencias complementarias o auxiliares que le aportan datos para reconstruir el pasado en forma global, como:
También, la política que estudia las relaciones de poder y las formas de poder; la cronología que determina la fecha y la duración de los acontecimientos; la epigrafía que estudia las inscripciones hechas sobre piedra y otros objetos como la cerámica y el perfil y la paleografía que comprende el estudio de los textos antiguos escritos en papiro, pergaminos y tablas.
La historia es importante porque desempeña un papel de memoria, para orientar de alguna manera los caminos de la humanidad; pues la historia no sólo intenta reconstruir el pasado, sino que también trata de comprenderlo y explicarlo, como ya habíamos dicho, para ligarlo o relacionarlo con el presente. De esta manera, la historia es útil para razonar y comprender el presente y lo que nos rodea; las raíces del presente se descubren al estudiar el pasado.
Por alguna razón, los pueblos siempre han tenido la necesidad de organizar sus hechos y actividades en el tiempo y por eso se han establecido diversas formas de medirlo, de acuerdo con su nivel de desarrollo. Ejemplo, han determinado medidas de tiempo a partir de los ciclos solares, las fases de la luna, los fenómenos de la naturaleza y los anillos o circunferencias que encuentran en la corteza de los árboles; igualmente los relojes y los calendarios. Actualmente se utiliza la cronología para medir el tiempo, desarrollada en Europa. La cronología divide el tiempo en segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, quinquenios, décadas, centurias y milenios.
Resuelve
- Imagina que vas a reconstruir la historia del lugar donde vives y la historia de tu vida ¿qué ciencias auxiliares te pueden ayudar? Argumenta cada una de tus respuestas con ejemplos.
- Consulta cómo se mide el tiempo de acuerdo al punto de partida del nacimiento de Jesucristo.