Hacia el año 336 a. de C., los macedonios al mando de Alejandro Magno iniciaron la conquista del imperio Persa y sometieron los pueblos de la península de Anatolia; un año después, conquistaron Fenicia y Egipto. En Egipto Alejandro de Macedonia fue recibido como liberador y el dios solar; a partir de estas conquistas, se sentaron las bases para la consolidación del Imperio Macedónico.
Hacia el año 331 a. de C., los macedonios conquistaron de manera definitiva las ciudades y áreas de influencia persa en Ecbatana, Persépolis, Babilonia y Susa, e iniciaron la conquista en la India. Para administrar un imperio tan grande, los macedónicos tomaron ideas de las Ciudades – Estado griegas y de la administración persa; de los griegos retomaron la libertad y autonomía de las ciudades y el derecho a la ciudadanía y de los persas conservaron las satrapías y la creencia de la divinidad y bondad del emperador, representadas en Alejandra de Macedonia.
La mayoría de las ciudades o polis griegas no estaban de acuerdo con la idea de que un rey se considerara de origen divino, superado hacia por lo menos un siglo, con el concepto de democracia y ciudadanía; también estaban inconformes con la nobleza de Macedonia que adquiría demasiado poder en las regiones del Imperio, después de las luchas por disminuir su poder.
Tras la muerte de Alejandro en el año 323 a. de C., en plena expansión imperial, el imperio Macedónico empezó su desintegración al disputasen el poder de ciudades de Grecia, de Asia Menor, del norte de África y de la región de Macedonia.
Para el 281 a. de C., el imperio Macedónico se había desintegrado en tres (3) reinos Macedonia (gobernado por la dinastía Antigónida); Egipto (dominada por los Ptolomeos y la región de Asia (liderada por los Seléucidas quienes reconstruyeron la antigua Persia)
En Asia menor, la ciudad de Pérgamo le pidió ayuda a Roma para separarse de Macedonia y lo mismo hicieron otras ciudades griegas que deseaban volver al sistema ciudades-Estado. En los tiempos del rey Perseo de Macedonia, año 168 a. de C., esta parte del imperio cayó bajo el poder de Roma y veinte (20) años después todo lo que había abarcado Roma era parte de los dominios romanos.
Período helenístico
Con este nombre se conoce la fusión de la cultura griega y persa y se evidenció en el manejo de la economía, la política y en las manifestaciones culturales.
Sus aspectos sobresalientes, fueron:
Una gran actividad artística y cultural y por su cosmopolitismo. En las ciudades se tuvo la mentalidad de vivir ostentosamente por lo que construyeron templos, palacios y monumentos con mucho lujo.